Los incendios que comenzaron el 30 de diciembre de 2021 ya son los peores en la historia del estado y han reducido a cenizas al menos 991 casas.
Aún en pleno invierno, el oeste de los Estados Unidos enfrenta una oleada de incendios que rompen récords en zonas urbanas de Colorado.
Hasta el momento, las autoridades estiman que al menos 991 casas quedaron hechas cenizas tras el incendio, denominado Marshall, que se extendió al norte de la capital un día antes del fin de año.
Con ráfagas de viento que alcanzaron hasta 160 kilómetros por hora, el fuego se expandió rápidamente consumiendo negocios, centros comerciales y cientos de casas desde la mañana del jueves 30 de diciembre.
Las imágenes de residentes volviendo a buscar algunas de sus pertenencias sepultadas entre nieve y los restos de sus hogares se repiten, mientras miles enfrentan las tormentas de nieve sin electricidad y otras decenas de miles sin gas natural.
La mañana del primero de enero de 2022, la llegada de una intensa tormenta invernal provocó nevadas que ayudaron a asfixiar el fuego en el estado, cubriendo las cenizas con al menos 25 centímetros de nieve.
Aunque las investigaciones sobre el origen del fuego se mantienen en curso, los incendios históricos de los últimos años en el noroeste de los Estados Unidos acompañados de sequías consecutivas señalan a la crisis climática como la principal responsable.
Las localidades más dañadas por el fuego fueron Superior y Louisville, consideradas suburbios al noroeste del área urbana de Denver. Hasta ahora, los incendios han consumido cerca de 6,000 acres en el condado de Boulder y provocaron el desplazamiento de 33,000 residentes.
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