Trabajadores de una obra en construcción descubrieron un jardín de 2,000 años de antigüedad del emperador romano Calígula. El hallazgo ocurrió cerca del Vaticano.
Las ruinas de un antiguo jardín romano, probablemente perteneciente al emperador Calígula, fueron descubiertas cerca del Vaticano. El Ministerio de Cultura de Italia informó que los arqueólogos desenterraron un muro de travertino, los cimientos y columnas de un pórtico. Este lugar daba a «un interesante conjunto de jardines» y ofrecía una vista al río Tíber.
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La puerta de entrada a los jardines
Los históricos jardines romanos de más de 2,000 años de antigüedad aparecieron cuando los trabajadores construían un nuevo paso elevado en Piazza Pia, como parte de los preparativos para el jubileo 2025.
Una tubería grabada con el sello «C(ai) Cæsaris Aug(usti) Germanici» permitió a los investigadores confirmar que el propietario del lugar fue César Augusto Germánico, conocido popularmente como Calígula. Según el arqueólogo Alessio De Cristofaro, este hallazgo es de gran relevancia debido a la ubicación de la Piazza Pia y los antiguos jardines de Agripina la Vieja, madre del emperador.
«Tiene una importancia histórica considerable, porque sitúa la Piazza Pia dentro del área de los jardines de Agripina la Mayor, madre de Calígula. Es probable que esta lujosa residencia fuera heredada primero por Germánico, padre del emperador, luego por su esposa y finalmente por el propio Calígula», informó el Ministerio de Cultura de Italia.
Además, la ubicación del jardín coincide con la historia del filósofo egipcio Filón de Alejandría. En su obra, describió un encuentro entre Calígula y representantes de los judíos de Alejandría en un jardín cercano al Tíber. Este detalle histórico se alinea perfectamente con el lugar de la excavación.
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¿Quién fue el emperador Calígula?
Calígula gobernó el Imperio Romano desde el año 37 hasta el 41 d.C. Su reinado estuvo marcado por una personalidad extravagante y controvertida. Inicialmente celebrado por su popularidad entre las masas, pronto se volvió infame por sus actos de crueldad y excesos, incluyendo la deificación de sí mismo y la construcción de proyectos faraónicos. Aunque implementó reformas y fomentó las artes, sus decisiones lo hicieron impopular. Su asesinato puso fin a un reinado tumultuoso que dejó una marca indeleble en la historia de Roma.
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