Con más de 30 amuletos y piezas de joyería, la primer imagen de la momia de Amenhotep I revela información sobre su ritual mortuorio.
Después de siglos de permanecer en el encierro sacro de su sarcófago, la momia de Amenhotep I fue exhumada por primera vez en 1881. A diferencia de otros restos orgánicos de faraones pasados, el cadáver se encontró perfectamente momificado, con cada uno de sus vendajes todavía puestos.
Con el paso de los años, arqueólogos con diversas especialidades han dedicado su vida a ‘desenvolver’ los restos de las momias encontradas en Egipto. Estos procedimientos se realizan para analizar el estado de los restos, aprender sobre las formas de vida de la persona en cuestión, y arrojar luz sobre las prácticas antiguas relacionadas con el más allá. La momia de Amenhotep I, sin embargo, nunca había sido sometida a este tipo de procedimientos. Hasta ahora.
Guirnaldas, flores y piedras preciosas
Los científicos a cargo del estudio revelaron un modelo digital en 3D con detalles nunca antes vistos de momia completamente envuelta. De la misma manera, en el escaneo se muestra su máscara mortuoria, el cráneo y los vendajes correspondientes a esa parte del cuerpo.
A partir de la imagen, se logró desenvolver los restos del faraón después de 3 mil años de permanecer intactos. Como gobernante durante la XVIII Dinastía c.1525-1504 a. C., el procedimiento se hizo con la finalidad de saber más sobre su «apariencia física, salud, causa de muerte y estilo de momificación«, según escriben los autores para Frontiers in Medicine en diciembre de 2021.
Los egiptólogos que condujeron el estudio aseguran que los restos de este faraón no se habían ‘desenvuelto’ para no sacrificar la manera en la que el sarcófago había sido preparado. El día de su muerte, se decoró con flores y guirnaldas. Por su parte, la máscara mortuoria cuenta con un «sorprendente realismo», así como piedras preciosas incrustadas.
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Más de 30 piezas de joyería
De acuerdo con los registros históricos encontrados en jeroglíficos relacionados a Amenhotep I, no es la primera vez que el faraón sale de su tumba. Por el contrario, antiguamente, se le realizó un segundo entierro para evitar que los ladrones de sarcófagos perturbaran su descanso perpetuo.
Sin embargo, en esta ocasión, se exhumaron los restos con la intención de entender el ritual mortuorio que se celebró en torno al faraón, según explica la líder del estudio, Sahar Saleem, profesora de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Cairo y radióloga del Proyecto Momias Egipcias:
«El hecho de que la momia de Amenhotep I nunca se hubiera desenvuelto en tiempos modernos nos brindó una oportunidad única: no sólo estudiar cómo había sido momificado y enterrado originalmente sino también cómo había sido tratado y enterrado de nuevo dos veces, siglos después de su muerte, por los altos sacerdotes de Amón», expresó la experta en un comunicado.
De acuerdo con la imagen recuperada, el corazón cuenta con un amuleto único, superpuesto del lado izquierdo. Además de éste, tiene otros 30 artículos de joyería en el cuerpo, que incluye una faja de cuentas de metales preciosos. Los científicos identificaron que, a diferencia de otros faraones, el cerebro no se extirpó en la momia de Amenhotep I.
Además, se dieron cuenta de que el cuerpo sufrió varios golpes y fracturas postmortem. Lo más seguro, explica Saleem, es que hayan sido infringidas por ladrones de tumbas. De manera posterior, su equipo supone que los embalsamadores pertenecientes a la XXI Dinastía intentaron sanarlas sin mucho éxito.
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