La catedral de Gaudí está en la etapa final de su construcción.
Si nunca trabajas un minuto más en la oficina, toma nota: La Sagrada Familia entra en la recta final de construcción. Y solo demoró 133 años.
Muy pronto añadirán otras seis torres a la famosa basílica católica barcelonesa, elevando el total a 18 y así ?después de mucho- quedará terminada la obra que iniciara el arquitecto catalán Antoni Gaudí a fines del siglo XIX.
La más alta de las torres nuevas medirá 172 metros, convirtiendo la catedral en la estructura religiosa más alta de Europa, informa Jordi Faulí, el actual arquitecto director. Hasta el momento, 70 por ciento del edificio está terminado y se espera que las obras concluyan en 2026 ?centenario del fallecimiento de Gaudí-, aunque algunos elementos decorativos podrían demorar seis años más.
Tiempo y dinero
Consagrada por Benedicto XVI en 2010, la Sagrada Família es una obra extravagante en proceso, un sueño febril de delicuescentes torres y ventanas policromas, fachadas recargadas y arcadas ornamentales. La majestuosa estructura que se alza en el corazón de Barcelona atrae las miradas (y los euros) de unos tres millones de visitantes anuales.
Es imposible precisar cuánto ha costado la prolongada edificación a lo largo de los años. Se dice que el presupuesto actual de construcción y mantenimiento asciende a 27 millones de dólares anuales, cubierto en parte con cuotas de entrada de los visitantes y donativos privados.
Más cuantificable es el tiempo que ha requerido construir la catedral. Al preguntarle porqué su proyecto demoraba tanto, el piadoso Gaudí se complacía en responder: ?Mi cliente no tiene prisa?. Se refería a Dios.
Cuando el arquitecto murió en un accidente de tranvía, en 1926, solo se había terminado una fachada, menos de un cuarto del exterior. Desde entonces, la construcción ha sido interrumpida por múltiples causas, desde protestas hasta problemas políticos, guerras civiles y dificultades financieras.
Una larga cronología
Nacido en 1852, en la ciudad de Reus, Gaudí creció fascinado por la geometría y las maravillas naturales de la campiña catalana. Después de estudiar arquitectura, comenzó a forjarse un estilo personal, una síntesis sui generis de elementos neogóticos, orientales y del art nouveau.
Para Gaudí, la forma y la función eran inseparables: solo podía encontrarse la belleza estética después de buscar la eficiencia estructural, la cual rige al mundo natural. ?Nada es arte?, sentenció, ?si no viene de la naturaleza?.
En 1883, Gaudí heredó la Sagrada Família de otro arquitecto, quien había establecido una base neogótica tradicional. Gaudí imaginó una elevada narrativa visual de la vida de Cristo, pero sabía que el enorme proyecto no quedaría terminado en su vida.
Así que, durante más de 12 años previos a su muerte, presentó sus planos como modelos tridimensionales en vez hacer dibujos convencionales. Aunque muchos fueron destruidos por vándalos en la Guerra Civil española, esos modelos geométricos han sido fundamentales para los sucesores de Gaudí.
?Contienen todo el ADN estructural del edificio?, dice Mark Burry, arquitecto radicado en Australia quien ha trabajado durante 36 años en la Sagrada Família, utilizando dibujos y tecnología de cómputo para traducir los diseños para los artesanos contemporáneos. ?Incluso los fragmentos permiten extraer el conjunto arquitectónico. Gaudí creó los modelos para responder al desafío del arquitecto: tomó una idea holística compleja y la explicó de forma que otros pudieran entenderla y continuar después de su muerte?.
Un modelo natural
Admirada por unos y despreciada por otros, la basílica siempre ha causado controversia. Los surrealistas afirmaban que Gaudí era uno de los suyos, mientras que George Orwell declaró que la iglesia era ?uno de los edificios más repugnantes del mundo?.
Tan idiosincrásica como el propio Gaudí, la basílica es una visión inspirada por su fe religiosa y su amor por la naturaleza. El arquitecto catalán comprendía que el mundo natural está lleno de formas curvas más que de líneas rectas, y notó que la construcción natural tiende a favorecer los materiales fibrosos, como madera, músculos y tendones.
Fue pensando en esos modelos orgánicos que Gaudí diseñó sus edificios basándose en una premisa simple y silogística: si la naturaleza es obra de Dios y las formas arquitectónicas derivan de la naturaleza, entonces la mejor manera de honrar a Dios es diseñar edificios basados en su obra.
Como dice el erudito barcelonés, Joan Bassegoda Nonell: ?La frase célebre de Gaudí, ?Originalidad es regresar al origen?, significa que el origen de todas las cosas es la naturaleza, creada por Dios?. La fe de Gaudí era muy personal. Pero su creencia en la hermosa eficacia de la ingeniería natural previó, claramente, la ciencia moderna de la biomimética.
Diseño proféticoAdrian Bejan, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Duke, dice que las fachadas de la Sagrada Família se fundamentan en la proporción áurea, la proporción geométrica ?oculta en todo el arte estéticamente agradable?.
Bejan, cuya ?ley constructal? establece que el diseño de la naturaleza es un fenómeno universal de la física, describe a Gaudí como un precursor y un ?equilibrista en la línea que conecta el arte con la ciencia. Entendió que la naturaleza está construida por las leyes de las matemáticas. Lo que es más fuerte es inherentemente más ligero y eficiente; y por consiguiente, más hermoso?.
En lo más profundo de la visión de Gaudí yace una verdad intemporal. Como escribe Bassegoda: ?Al mirar hacia el futuro, la lección de Gaudí no es copiar sus soluciones, sino observar la naturaleza en busca de inspiración? y la naturaleza no pasa de moda?.