La Gran Muralla China tiene una extensión aproximada de 8,851 kilómetros y una antigüedad mayor a dos milenios. Esto, sumado a las condiciones climáticas a las que está constantemente expuesta la convierten en una estructura profundamente vulnerable a la erosión. Sorprendentemente, es un organismo vivo el que protege a esta maravilla del mundo.
De acuerdo con una investigación publicada en Science, una serie de costras biológicas protegen parte importante de la muralla. Dichas costras están principalmente compuestas por distintos tipos de musgos y cianobacterias. Consecuentemente, las características protectoras de los organismos son capaces de aminorar los efectos de la desecación y la radiación solar.
«Además las costras biológicas funcionan como una manta térmica, amortiguando las fluctuaciones de temperatura del suelo y evitando que las estructuras patrimoniales se hinchen, se contraigan y sufran daños por congelación y deshielo», menciona la publicación de Science.
Ahora, es importante señalar que las costras biológicas también podrían tener algunos efectos deteriorantes sobre la muralla; por ejemplo, los organismos podrían estar liberando secreciones ácidas que dañen la piedra. Sin embargo, el estudio de Science aclara que pesa más la función protectora de los organismos que su posible deterioro.
Te sugerimos: Detectan extrañas partículas subatómicas al interior de una muralla en China, construida hace 650 años
Aunque el valor estético original de la Gran Muralla sea alterado por la capa biológica generada por condiciones estrictamente naturales, los efectos protectores son más positivos considerando que detrás de ella, vive un patrimonio humano invaluable. Esto, ha generado discusiones sobre si habría -o no- que conservar las costras biológicas en la maravilla del mundo.
«Algunos estudios han mencionado el impacto de la vegetación y los biofilms en el valor estético de los sitios patrimoniales, pero el máximo de cobertura aceptable de vegetación sin afectar la estética original aún es incierto. Siendo un tema relativamente subjetivo, la estética es difícil de desarrollar en un estándar unificado», declara la publicación de Science.
Independientemente a las condiciones estéticas de la muralla, resultan increíbles las habilidades adaptativas de los organismos. Inevitablemente la extensión de la estructura pasa por distintos climas y aunque suceda en mayor o menor medida, se hallaron costras biológicas en dos de los tres tercios analizados por Science.
Finalmente, es particularmente interesante el hecho de que sea la misma naturaleza la que protege una estructura humana diseñada con motivos bélicos. De alguna forma, la naturaleza augura un buen futuro para la asombrosa Gran Muralla China, uno de los principales atractivos turísticos de Asia y una de las siete maravillas del mundo moderno.
La historia del Muro de Adriano: la muralla más extensa y ambiciosa del Imperio Romano
Desentierran en China un complejo arquitectónico de 3,000 años de antigüedad
Los cabellos grises simbolizan el paso del tiempo, pero su origen se relaciona con más factores que solo la edad.…
La segunda luna de la Tierra está por partir para continuar su viaje cósmico. Antes de que lo haga, te…
Desde que el telescopio espacial James Webb ayudó a visualizarlos, los primeros agujeros negros supermasivos han sido todo un enigma.…
Con esto, los lobos etíopes se convierten en los primeros polinizadores carnívoros, de gran tamaño, de los cuales se tiene…
Las primeras bombas nucleares pusieron en marcha el Reloj del Apocalipsis. Desde entonces, sus manecillas se han movido, anunciado una…
Científicos obtuvieron la imagen de una estrella de fuera de esta galaxia. Es el acercamiento mejor logrado, en su tipo,…