Herramientas, una cantera y un camino hundido revelan mucho sobre Stonehenge. Y también plantean nuevas interrogantes a los arqueólogos.
Nuevos descubrimientos de un equipo de arqueólogos británicos esclarecen la forma como fueron extraídos y transportados los monolitos de Stonehenge.
Este lunes, el equipo anunció que había encontrado muchas evidencias de actividad neolítica en dos canteras galesas que suministraron las distintivas ?piedras azules? erigidas en Stonehenge, hace unos 5,000 años. De las cerca de 80 piedras azules que alguna vez se alzaron en Stonehenge, solo quedan 43; estas forman la herradura interior del sitio, rodeada por el círculo exterior de monolitos de arenisca, mucho más grandes. Luego de datar y estudiar los artefactos encontrados en las canteras, los arqueólogos han podido determinar cómo y cuándo los pueblos prehistóricos extrajeron dichas piedras azules.
Las canteras galesas se encuentran en las colinas de Preseli, en el norte de Pembrokeshire, a unos 290 kilómetros por tierra de Stonehenge. Las piedras azules pesan entre 1 y 2 toneladas, y miden 2.5 metros de alto.
Se trata de rocas volcánicas e ígneas con firmas geológicas precisas, las cuales corresponden a la herradura de rocas más pequeñas de Stonehenge. Los geólogos han demostrado que esa región de Gales es la única parte de las Islas Británicas que contiene ese tipo de roca particular ?dolerita punteada-, común en las piedras azules.
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Los arqueólogos desenterraron herramientas de piedra, rampas y plataformas de tierra, carbón quemado y castañas, así como un antiguo camino hundido que, posiblemente, era la salida de la cantera. ?Aunque conocíamos los lugares de donde provenían las rocas, fue muy emocionante encontrar las canteras?, dice Mike Parker Pearson, director del proyecto y profesor de University College Londres. ?Construyeron grandes instalaciones en los sitios: plataformas, rampas, una bodega de carga. Puedes ver marcas de cincel donde metieron las cuñas de madera en las hendiduras del afloramiento?.
El datado con radiocarbono del carbón y las castañas quemadas en las fogatas prehistóricas, revela que la actividad neolítica en las canteras ocurrió hace 5,400 a 5,200 años. Sin embargo, los investigadores opinan que Stonehenge no se construyó antes de 5000 a.C., de modo que esto plantea una interrogante: ¿En dónde estuvieron las piedras durante 400 años?
?Es intrigante?, comenta Parker Pearson. ?Si bien los constructores del Neolítico pudieron demorar casi 500 años en llevar las piedras hasta Stonehenge, me parece muy improbable. Lo más posible es que las usaran primero en un monumento local cerca de las canteras, el cual desmantelaron y después, las arrastraron hasta Wiltshire?. Como objetivo principal de investigación para 2016, el equipo localizará y estudiará el sitio de ese posible monumento local.
Cómo mover monolitos de dos toneladas
Los pilares de roca que se formaron naturalmente en las canteras, facilitaron un poco el trabajo de los obreros prehistóricos. ?Solo insertaron cuñas de madera en las grietas abiertas entre los pilares y dejaron que la lluvia galesa hiciera el resto, hinchando la madera hasta desprender cada pilar de la pared de roca?, explica el Dr. Josh Pollard, de la Universidad de Southampton. ?Después, los canteros bajaron las esbeltas columnas hasta las plataformas de tierra y piedra, como una especie de ?bodega de carga? desde donde podían arrastrar las enormes rocas por caminos que conducían fuera de cada cantera?.
A la larga, transportaron ochenta monolitos de piedra azul hasta Stonehenge. Por supuesto, desplazar monolitos de dos toneladas a través de casi 300 kilómetros de campiña debió ser una hazaña extraordinaria. Pero algunos ejemplos en India demuestran que grupos pequeños, de solo 60 personas, podían mover piedras de ese tamaño usando armazones de madera.
Para sacar las rocas de las canteras hizo falta una combinación de fuerza e ingenio. El camino de salida ?de apenas 1.8 metros de ancho- es demasiado estrecho para acomodar rodillos de madera. Por ello, los arqueólogos creen que los trabajadores usaron una combinación de cuerdas, palancas y fulcro para colocar las piedras sobre trineos de madera, los cuales cargaban o deslizaban colina abajo. ?Se necesitaron dos equipos?, explica Parker Pearson, ?uno en la parte alta, con una cuerda que soportaba la carga y la hacía bajar lentamente; y otro, parado como un metro más abajo y listo para recibirla?.
Aunque es posible que los trabajadores del sitio llevaran una dieta consistente, mayormente, de carne, la elevada acidez del suelo de la zona no permitió que sobrevivieran huesos o cornamentas. Lo que se ha preservado son pruebas de sus tentempiés: las castañas asadas, un elemento básico de la dieta neolítica. Parker Pearson considera que al menos 25 canteros hacían todo el trabajo, y caminaban al sitio cada día desde asentamientos cercanos.
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Si las investigaciones de los próximos años revelan que cerca de la cantera hubo un monumento local donde se usaron las piedras azules, inicialmente, eso podría sugerir que los constructores de Stonehenge migraron de Gales. Deducir la finalidad y función del monumento local también podría resolver misterios persistentes sobre el papel de Stonehenge en la cultura de la Gran Bretaña prehistórica.
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