Los monos ardilla eran sujetos de estudio en una investigación sobre la adicción a la nicotina. Con apenas un año de vida, estos monos ya eran adictos a esta sustancia.
Esta investigación realizada por el Centro Nacional de Investigación Toxicológica (NCTR) en Estados Unidos medía los efectos de la nicotina en la adicción. Comenzó en 2014 con el objetivo de analizar productos de tabaco, cigarrillos electrónicos y dispositivos alternativos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) anunció recientemente que se ha suspendido de forma permanente la investigación por la muerte de cuatro monos ardilla utilizados como sujetos en un estudio.
Los primates del género Saimiri (Saimiri sciureus), vulgarmente llamados monos ardilla, son originarios de América del Sur y Centroamérica. Son especies diurnas que viven en las copas de los árboles, en grupos territoriales hasta de 35 a 50 individuos.
En el verano del 2017 se registró la muerte de estos cuatro monos de alrededor de 24 que habían en el estudio. Tres de ellos murieron por administración de anestesia con catéteres y uno por hinchazón gástrica. Un quinto mono, identificado bajo el nombre de Patsie, estuvo a punto de morir el 20 de julio también tras recibir anestesia.
Entre los monos ardilla utilizados en el estudio predominaban los jóvenes. Los primates fueron enseñados a presionar una barra para obtener nicotina y después de que desarrollaban adicción, se les reducía la dosis para observar sus reacciones.
Las investigaciones del trato que se le daba a estos animales comenzó en septiembre del 2017. El equipo de veterinarios de primates relacionado no percibió las condiciones de bienestar adecuadas.
Activistas de los derechos de los animales habían denunciado anteriormente la situación, incluyendo la experta en primates Jane Goodall, quien cuenta con una fundación en la que se desarrollan programas de investigación y conservación de chimpancés salvajes en Senegal, así como de desarrollo sostenible y educación ambiental con la comunidad local.
?No solo es extremadamente cruel encerrar a los monos, sino que los efectos dañinos de la nicotina, grabados en video y documentados, incluyen vómitos, diarrea y temblores? escribió Goodall en una carta.
?Me horrorizó especialmente leer que durante el transcurso de los experimentos, cada mono estaba encerrado solo en una jaula durante casi tres años. Para estos animales sociales e inteligentes, esto, junto con los terribles experimentos en sí mismos, es equivalente a la tortura financiada por los contribuyentes?.
Se ha establecido un consejo independiente para supervisar los estudios con animales de la FDA. Los monos ardilla restantes del estudio suspendido serán trasladados a un santuario.
La investigación con animales y particularmente con primates es un tema controversial en todo el mundo.
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