El neandertal pudo verse orillado a ello debido al cambio climático que le arrebató su principal fuente de alimento: los mamíferos que emigraron a zonas más frías.
Miles de años atrás, el continente europeo fue testigo del encuentro de dos especies: el Homo sapiens, recién llegado de África, y el H. neanderthalensis (conocido de manera más popular como Neandertal). Mientras el primero supo adaptarse a las condiciones diversas del planeta y aprovechar los recursos a su favor, el segundo se extinguió de manera irremediable. Un estudio llevado a cabo por los antropólogos españoles Jordi Augustí y Xavier Rubio-Campillo sugiere que la causa de ello pudo haber sido la práctica del canibalismo.
El estudio
Antes de realizar el estudio, los expertos partieron de los tipos de canibalismo existente: el endocanibalismo y exocanibalismo. El primero se refiere a la tendencia de un grupo a alimentarse de personas de su mismo clan o grupo social, por diversas razones como pueden ser la religión o una necesidad extrema para sobrevivir. El exocanibalismo se refiere a la costumbre de alimentarse de personas de grupos sociales ajenos.
Los expertos señalan que ambos tipos de canibalismo se dieron en condiciones muy específicas y en momentos de necesidad extrema (hambruna, cambios climáticos, etcétera). En condiciones normales, cuando los alimentos abundaban, el canibalismo no era visto como una fuente de supervivencia.
Augustí y Rubio-Campillo tomaron el exocanibalismo como modelo para su estudio, asumiendo que el neandertal lo hubiera practicado. Al final de su simulación llegaron a la conclusión de que los miembros practicantes del exocanibalismo se podían beneficiar a corto plazo al evitar su propia extinción, pero no la especie en general.
Esta teoría se fundamenta mediante evidencias de registros fósiles. La investigación pretende ser un primer paso para llevar a cabo modelos más precisos que incluyan otros factores.
¿Por qué el neandertal practicó el canibalismo?
Al respecto existen diversas teorías. Una de las más importantes se publicó en la revista Journal of Archaeological Science, firmada por los investigadores Alban Defleur, de la ENS de Lyon, y por Emmanue Desclaux, del Laboratorio departamental de Prehistoria del Lazaret, en Niza. Ambos sugieren que esto se debió al cambio climático que se produjo al final de la glaciación de Riis, la penúltima era glacial del Pleistoceno.
En la misma, la temperatura del planeta había subido varios grados, el nivel de los océanos ascendió varios metros y los hielos se habían retirado de gran parte de Europa. Hubo una redistribución geográfica de la flora y la fauna que provocó que los grandes mamíferos emigraran hacia climas más fríos.
Esto causó que los neandertales tuvieran que recurrir al canibalismo para sobrevivir, pues se quedaron sin su principal fuente de alimento. Recordemos que esta especie era cazadora-recolectora por excelencia.
La cueva de Moulan-Guercy, donde se hallaron los restos de neandertales en 1991, es el yacimiento en el que esta práctica está mejor documentado. En ella se hallaron restos humanos con cortes en los huesos, así como herramientas destinadas a este propósito.
Otra visión que amplía lo que creíamos sobre los neandertales
Una visión similar, pero que difiere en ciertos detalles, es la de la antropóloga de la Universidad de California y experta en el tema del canibalismo en el hombre de Neandertal Hélène Rougier. Junto a un grupo de colegas, la experta analizó 99 restos de neandertales en una cueva en Goyet, Bélgica, la cual data de hace unos 45.000 a 40.000 años.
En este yacimiento, hallaron evidencias de canibalismo, sin embargo, Rougier sugiere que esta práctica pudo deberse también a un deseo del neandertal por ampliar sus recursos de alimento o incluso para eliminar a la competencia.
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