Varones con una edad promedio de 18 años perpetúan tiroteos masivos en Estados Unidos con cada vez más frecuencia, mientras la ley permite la posesión de armas de fuego.
Lo primero que aparece en buscadores al colocar ‘tiroteos en Estados Unidos’, son titulares relativos a las matanzas de niños. Buffalo y Uvalde protagonizan las noticias: han sido escenario para algunas de las matanzas más crueles y sanguinarias en escuelas de educación primaria. Acompañadas de fotografías de los deudos, con el rostro desfigurado en angustia, las noticias versan sobre cómo los índices de violencia pública en el país están alcanzando picos históricos.
Aún así, el uso personal de armas en el país está normalizado. Con base en la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, el uso de armas se fundamenta en un Estado libre, por lo que «el derecho del pueblo a poseer y portar armas no debe ser infringido”, según se lee en la Carta Magna.
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Los tiroteos masivos ‘más mortales’ en la historia de EEUU
De acuerdo con la versión oficial, el hombre que perpetuó la matanza en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, ya estaba cerca de la escuela una hora antes. En total, asesinó a 19 estudiantes y 2 miembros del profesorado. Le tomó a los cuerpos policiales locales una hora entrar por la fuerza a las instalaciones, para posteriormente matarlo. Tenía apenas 18 años.
Con este, se suman 212 tiroteos masivos en Estados Unidos en lo que va de 2022, según las cifras de Gun Violence Archive (GVA, por sus siglas en inglés). El otro caso que sacudió los medios fue el de un joven —también, de 18 años de edad— que dejó un saldo de 18 muertos en Buffalo, Nueva York. Ante estos niveles de inseguridad, el debate público sobre la Segunda Enmienda a la Constitución estadounidense ha cobrado un tamiz distinto.
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«[…] incidentes en los que se asesina a cuatro o más víctimas y al menos uno de esos homicidios tiene lugar en un lugar público y sin conexión con una actividad delictiva subyacente, como las bandas o las drogas», según escriben para The Conversation.
Generalmente, además, la persona detrás de la pistola es un único tirador. Según su base de datos, que considera más de 200 variables, la mayoría aplastante de los perfiles son de hombres, con una edad promedio de 18 años. Con escasa preparación académica o militar, adquieren armas de grado bélico y asesinan a decenas de personas en un mismo día. Además, generalmente «tienen una conexión con la escuela que atacan», explican los autores.
Rifles de estilo militar en casas sin militares
Al término de 2021, se registraron 693 tiroteos masivos en escuelas de Estados Unidos, según las cifras de GVA. Aunque el derecho de poseer armas no es ilimitado en el país, permite que este tipo de fenómenos de violencia extrema se susciten con cada vez más fuerza.
«La ley federal proporciona la base para la regulación de armas de fuego en los Estados Unidos, pero los estados y las ciudades pueden imponer más restricciones», explica el Consejo de Relaciones Exteriores de EEUU.
Aún así, la oposición ha hecho esfuerzos significativos para mitigar el acceso a este tipo de armamento. De acuerdo con la misma institución, sólo el año pasado, «no había leyes federales que prohibieran las armas de asalto semiautomáticas, los rifles calibre .50 de estilo militar, las pistolas o los cargadores de gran capacidad».
De manera paralela, los tiroteos en Estados Unidos se hacen comunes en lugares públicos. Iglesias, centros comerciales, supermercados, festivales de música y, principalmente, escuelas de educación básica figuran entre los escenarios más comunes —y ahora, propensos— en los que las personas pueden ser víctimas.
En consecuencia, en 2020, 45 mil 222 personas fueron asesinadas por lesiones relacionadas con armas de fuego. Los datos de 2021 se han considerado insuficientes. Estos han sido los eventos más sanguinarios en la historia, hasta ahora:
- Las Vegas, Nevada (2017): durante el Harvest festival, con 58 decesos.
- Orlando, Florida (2016): en el antro Pulse, con 49 decesos.
- Blacksburg, Virgina (2007): en Virgina Tech, 32 decesos.
- Newtown, Connecticut (2012): en la Escuela Primaria Sandy Hook, 27 decesos.
- Sutherland Springs, Texas (2017): Primera Iglesia Bautista de Texas, 26 decesos.
En las redes sociales y en los medios se enciende una llamarada de indignación, pensamientos y oraciones por las familias afectadas por la violencia en los espacios públicos. Después de unos días, se hace el silencio.
Hasta que estalla otra masacre, y el ciclo se repite.
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