Son un objeto presente en todo lugar, pero las encendemos por razones peculiares.
La vela es una herramienta que pese a vivir en una sociedad altamente tecnológica sigue muy viva en todas partes, señala el experto Kristian Fechtner.
Pregunta: ¿Necesitan las velas una acción como la Hora de la Tierra para volver a tener su espacio?
Respuesta: La Hora de la Tierra puede ser una buena acción, pero la vela no la necesita. Sigue habiendo velas en casi todos los hogares, aunque ya no sean necesarias para la vida diaria. Quizás el único objeto con el que podamos compararlas es el cepillo de dientes. Tienen un valor simbólico sorprendentemente grande como objeto presente en todas partes. Hay reuniones de velas como hay reuniones de Tupperware, en las que se venden velas artesanales.
Pregunta: ¿Por qué no han desaparecido las velas?
Respuesta: Forman parte de nuestra cultura establecida: en Adviento, Pascua, Navidad… Pero también en la cultura no religiosa. Uno no se puede imaginar un cumpleaños infantil sin velas. La vela tiene un significado simbólico como luz de vida. Y esto está profundamente escrito en nuestra memoria emocional.
Pregunta: ¿Qué diferencia a una vela de una lámpara?
Pregunta: La vela es una luz no tecnológica. En una era enormemente tecnológica las velas son la contraparte. Las lámparas se usan para iluminar, las velas para oscurecer. Cuando las personas tienen la sensación de que la luz tiene que ser tenue, encienden una vela. Las velas existen porque no sólo dan luz, sino que dejan en penumbra todo lo que está a su alrededor.
Pregunta: En las películas de amor se ven muchas velas. ¿Tienen un punto kitsch?
Respuesta: Las velas son kitsch como lo son las rosas o un atardecer. Todos los sentimientos intensos tienden a caer en lo kitsch, por supuesto. Pero en el momento en el que uno se pregunta: ¿Qué puedo hacer cuando no puedo hacer nada? Entonces las personas encienden velas. Se puede ver ahora una vez más con el caso del avión que se estrelló. Las velas no sólo dan luz: se las enciende. Es una acción en memoria de una persona y con la que se la hace presente. Con la vela una vida vuelve a hacerse presente. ¿Son kitsch? Sí. Pero también conllevan una profunda solemnidad.
KRISTIAN FECHTNER, de 54 años, es profesor de teología práctica en la Universidad de Maguncia (Alemania) y estudia las ceremonias religiosas y rituales con velas.
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