Tras la visita del príncipe al sur de África, la familia real reanuda la conversación sobre el tráfico de fauna.
El príncipe Harry vuelve a ser noticia, pero no por los romances tan publicitados que circulan en internet. Esta vez se trata de su visita al sur de África y las amenazas para los animales salvajes de la región.
The Guardian informó que el miembro de la realeza, de 31 años, pasó tres meses del verano como voluntario para la conservación de fauna, y hace poco documentó su viaje en Instagram, donde dejó clara su indignación ante la matanza de elefantes y rinocerontes, abatidos por cazadores furtivos que responden a la demanda de marfil y cuernos.
En esta foto, Harry abraza a un elefante sedado en el famoso Parque Nacional Kruger de Sudáfrica. Desde 2008, los cazadores furtivos han atacado el parque que, no obstante, es considerado un santuario de elefantes desde hace años. En noviembre, Wildlife Watch informó que el escalamiento de la matanza de paquidermos en el parque ha causado inquietud entre conservacionistas ante la posibilidad de más muertes.
?Reconozco que soy muy afortunado de tener estas experiencias, pero al escuchar los relatos de las personas que se encuentran en el terreno, acerca de lo mala que es la situación, en realidad, me siento muy perturbado y frustrado. ¿Cómo es posible que masacraran 30,000 elefantes solo el año pasado? ¿No debe importarnos, ya que ninguno tenía nombre? ¿Y por qué lo hicieron? ¿Por sus colmillos? Ver enormes cadáveres de rinocerontes y elefantes dispersos por toda África, sin sus cuernos y colmillos, es una pérdida de belleza insensata?.
Luego tenemos esta otra, tomada en Namibia, donde el príncipe ayuda a los investigadores a descornar un rinoceronte para que los cazadores furtivos no lo maten por quitarle su cuerno.
?Algunos países están descornando pequeñas poblaciones de rinocerontes para evitar que los cazadores furtivos los maten. Es una solución a corto plazo y ciertamente, no sustituye a los guardabosques profesionales bien entrenados que protegen a estos animales, tan cotizados?.
Otra foto muestra a Harry ayudando en una cirugía para salvar la vida de un rinoceronte al que los cazadores cortaron su cuerno.
No es la primera vez que la familia real británica pone la mira en el crimen contra la fauna. En 2013, el príncipe Carlos pronunció un discurso exigiendo acabar con el comercio ilegal de fauna. En diciembre pasado, el príncipe Guillermo anunció que una comisión especial nueva analizaría el papel de la industria del transporte en el tráfico de fauna. (Lee: El daño de los mercados de aves de Indonesia)
En marzo, Guillermo viajó a China ?enorme consumidor de derivados de fauna silvestre- y condenó el tráfico de fauna. Meses después, regresó a ese país y reiteró el mensaje.
Este reportaje fue producido por la Unidad de Investigaciones Especiales (SIU) de National Geographic, dedicada a los crímenes contra la fauna. El informe fue posible gracias a las becas otorgadas por la Fundación BAND y el Fondo Woodtiger. Envía sugerencias, comentarios e ideas de reportajes a ngwildlife@ngs.org.