Una pintura de Caravaggio estuvo oculta durante décadas y sólo unas pocas personas tuvieron acceso a ella. Incluso expertos en arte intentaron verla, pero fueron rechazados por los propietarios.
Durante décadas, el Retrato de Monseñor Maffeo Barberini, una icónica pintura de Caravaggio, permaneció oculto en una colección privada en Florencia. A pesar de su relevancia, nunca había sido expuesto en las principales exhibiciones del artista ni había estado disponible para los académicos interesados en estudiarlo. Finalmente, Italia presentó esta obra al público.
A diferencia de otras creaciones de Caravaggio, como La vocación de San Mateo y Judith decapitando a Holofernes, muy pocas personas habían visto esta pintura. Incluso, expertos en arte llegaron a la puerta de sus propietarios, pero los rechazaron en su intento de apreciar el cuadro.
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Pintura de Caravaggio sale a la luz
Desde la tercera semana de noviembre, el retrato se exhibe en el Palazzo Barberini, la residencia que Barberini mandó construir tras convertirse en el Papa Urbano VIII en 1623. Thomas Clement Salomon, director de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo de Italia, anunció que esto se logró gracias a meses de persuasión hacia los propietarios, cuya identidad permanece en el anonimato.
“Este es el retrato de Caravaggio que todo el mundo quería ver durante décadas”, afirmó Salomon. Además, el experto dijo que existe la intención de adquirir el cuadro a sus propietarios, aunque esto aún es un «sueño».
Dos de los primeros biógrafos de Caravaggio habían asegurado que el pintor realizó retratos «para Barberini», aunque no ofrecieron más detalles al respecto. Este cuadro fue incluido oficialmente en el catálogo de obras hasta 1963, cuando Roberto Longhi, uno de los historiadores de arte más destacados del siglo XX, lo publicó.
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El retrato, que muestra a Barberini cuando tenía unos 30 años y ya había alcanzado un puesto destacado en el Vaticano, es una de las pocas pinturas de Caravaggio que han sobrevivido. Paola Nicita, co-curadora de la muestra, lo describió como un “objeto de deseo” que estuvo fuera del alcance de los museos durante mucho tiempo.
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Las dudas que han surgido
Hace 60 años, se identificó por primera vez la pintura en una colección privada, aunque en ese momento no se contaba con documentos que la respaldaran ni había garantías sobre el protagonista de la obra.
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Tomaso Montanari, experto en Caravaggio, afirmó que no hay oposición en la literatura sobre la atribución de la obra al pintor. Sin embargo, aunque es probable que el retrato representa a Barberini, esto no se puede asegurar. “Tenemos que admitir que no es seguro”, señaló.
Actualmente, los expertos consideran que esta es una oportunidad única para estudiar la pintura y resolver todas las dudas existentes.
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