Los habitantes de Wissant ya sabían de la existencia de los restos de un submarino alemán que quedó varado a finales de la Primera Guerra Mundial en la playa de esta población del departamento de Paso de Calais, en el norte de Francia.
Las piezas de la nave submarina reaparecían de vez en cuando, pero «esta es la primera vez que ha quedado tan al descubierto», explica Vincent Schmitt, un guía turístico local, a la Agence France-Presse. Por lo que, se está convirtiendo nuevamente en una atracción turística.
Desde diciembre de 2018, algunos restos son visibles durante la marea baja.
«Los restos del submarino son visibles brevemente cada dos o tres años, dependiendo de las mareas y del viento que conduce a los movimientos de arena, pero con una buena ráfaga de viento, el naufragio volverá a desaparecer», dijo el alcalde de Wissant, Bernard Bracq.
¿Cuál es la historia de este submarino alemán?
El UC-61 fue diseñado y construido por la Marina Imperial Alemana. Este submarino entró en funcionamiento a finales de 1916 y estaba comandado por Georg Gerth.
Su misión consistía en hundir barcos comerciales e incluso algún buque de guerra. En su último viaje, el submarino había dejado Zeebrugge, en Bélgica y se dirigía a Boulogne-sur-Mer y Le Havre para poner minas.
“El problema fue que el capitán del UC-61 cometió un error de navegación y encalló el submarino en la costa francesa», comentó Isabelle Delumeau, una especialista en historia marítima, a National Geographic España.
El UC-61 quedó varado al norte de Francia en julio de 1917.
«La tripulación hundió al submarino con explosivos para evitar que fuera utilizado por el enemigo y se rindió ante las autoridades francesas. Además, el capitán Georg Gerth fue prisionero de guerra hasta marzo de 1920», añade.
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