Por los derechos de las mujeres
Tres galardonadas con el Premio Nobel de la Paz hablan sobre la participación de las mujeres en los procesos de construcción de paz hacia una equidad de género.
Texto: Karen Alfaro
En noviembre de 2019 publicamos el especial “Mujeres: un siglo de cambios”, donde celebramos a las mujeres cuyas voces y acciones han hecho eco alrededor del mundo en busca de equidad de género, ya sea como políticas, científicas, artistas, activistas comunitarias y defensoras de la paz. Retomamos dicha edición y nos unimos a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que este 2020 tiene como tema “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres”, con las entrevistas realizadas a tres mujeres galardonadas con el Premio Nobel de la Paz: Jody Williams, Shirin Ebadi y Tawakkul Karman.
- Jody Williams
Jody Williams, profesora, escritora y activista estadounidense fundó en 1992 la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas (International Campaign to Ban Landmines, ICBL), una red mundial que trabaja para la prohibición del uso de minas antipersonales y bombas de racimo. Gracias a su trabajo como estratega y portavoz de esta campaña, Williams recibió el Premio Nobel de la Paz en 1997, luego de que ICBL logró su objetivo de un tratado internacional durante una conferencia diplomática celebrada en Oslo, Noruega, en septiembre de ese mismo año. Como militante en la protección de los derechos humanos por más de 20 años, le preguntamos sobre el papel de las mujeres en los procesos de construcción de paz encaminado hacia una equidad de género.
Para ti, ¿cuál es el papel de las mujeres en los procesos de construcción de paz?
Las mujeres siempre han sido vistas como víctimas, pero en los países en vías de desarrollo o con conflictos armados, las mujeres están tratando de mantener a sus familias a salvo, de encontrar comida para alimentar a sus hijos y de mantener la armonía dentro de las comunidades. Es como ese dicho: “Si le das una vaca a un hombre, él invitará a sus amigos, beberán cerveza y harán una barbacoa con la carne; pero, si le das una vaca a una mujer, ordeñará su leche, hará queso, alimentará a su familia y probablemente haga un poco de dinero vendiendo esos productos”.
¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en los procesos de construcción de paz y de equidad de género?
La realidad es que el sistema mundial está creado por los hombres y para los hombres, y no lo digo de una manera conspiratoria. Desde la prehistoria, el trabajo de los hombres era salir a buscar comida, mientras que las mujeres se quedaban en las cavernas cuidando a los niños. Así que los hombres crearon un sistema que elevó su propio poder, un mundo de ellos y para ellos, ya sea la Iglesia, las empresas o los gobiernos.
Si a una persona se le dificulta cambiar algo en sí misma, imagina que intentas cambiar un sistema mundial donde el poder de los hombres ha estado por siempre. Si miramos dónde estamos ahora, comparado con hace 100 o 50 años, las cosas han cambiado, pero no lo suficientemente rápido. Hoy, que todo se da de una manera más veloz, siento que los hombres están sintiendo más la presión de las mujeres: hay más mujeres en las universidades, más que alzan la mano por un cambio.
¿Cuáles son las características que debe tener una ciudad para que sea segura para las mujeres?
Cuando pienso en sociedades con mayor equidad y sin menor violencia de género, pienso en países como Noruega, Suecia, Dinamarca, porque ellos, en algún momento de su historia, tomaron decisiones para cambiar las estructuras de poder, posicionado a las mujeres dentro estas. Ellos decidieron hacer las cosas diferentes y han sido diferentes.
¿Cómo empoderar a las mujeres jóvenes a luchar por la paz, la equidad y los derechos humanos?
Cuando veo a las nuevas generaciones, siento que no necesitamos empoderarlas, al menos no en Occidente. Las mujeres jóvenes no piensan como las mujeres de mi generación. Nadie tiene que empoderarlas, nadie tiene que decirles cómo confrontar al gobierno, simplemente tienen otra mentalidad.
- Shirin Ebadi
La jueza y escritora iraní Shirin Ebadi recibió en 2003 el Premio Nobel de la Paz gracias a su labor como defensora de los derechos humanos de mujeres y niños al cofundar organizaciones en su país de origen como la Asociación para el Apoyo de los Derechos del Niño, del Centro de Defensa de los Derechos Humanos y proponer a la Asamblea Consultiva Islámica una ley que prohíbe todas las formas de violencia contra los niños, ley que fue debatida y ratificada en el verano de 2002.
Ebadi no solo es la primera jueza en Irán, sino también la primera mujer musulmana en recibir un Premio Nobel. Esto fue lo que nos dijo sobre la participación de las mujeres en los procesos de construcción de paz en los países en vías de desarrollo en Medio Oriente.
¿Cuál es el factor indispensable en los procesos de construcción de paz en Medio Oriente?
Para construir una sociedad de paz, ya sea en Irán, México, o en cualquier país en el mundo, en primer lugar se necesita educación.
¿Cómo participan las mujeres en los procesos de construcción de paz en Medio Oriente?
El rol de las mujeres es sumamente importante porque, como ciudadanas, tienen que mantener la paz y, como madres, tienen que enseñarles a sus hijos a hacer bien las cosas.
¿Cuál es el mayor problema en los países en vías de desarrollo para la construcción de una sociedad pacífica?
El problema más importante de los países en vías de desarrollo son las dictaduras, en específico, aquellos dictadores que han hecho una interpretación errónea de la religión islámica. Es por eso que se ve una situación bastante discriminatoria de las mujeres en países de Medio Oriente. Lo que los gobiernos dicen sobre el islam no corresponde a lo que la mayoría de los devotos de esta religión dicen sobre la misma. Por ejemplo, en 1979, en el inicio de la Revolución iraní, el gobierno obligó a las mujeres a usar el hiyab, y si no lo usabas era considerado un crimen. Muchos líderes religiosos dicen que es decisión de las mujeres, pueden usarlo si quieren, no es obligatorio, pero, si no lo hacen, reciben castigos de entre siete y nueve años en prisión.
Entonces, ¿cómo se puede cambiar esta situación?
Lo más importante para cambiar esta situación es la democracia, no hacer una mala interpretación de la religión y dejar que la gente viva como quiera. Además, las mujeres deben tener independencia financiera y para que lo consigan deben asistir a la escuela, tener educación, aprender que pueden ganarse su propio dinero, pero también los gobiernos son responsables. En Irán, los primeros en conseguir un empleo son los hombres, si no hay suficientes, se emplea a las mujeres, al grado que 30% de las mujeres están desempleadas; el gobierno solo se encarga de decirles que se queden en casa, que cuiden a los niños porque para eso están.
- Tawakkul Karman
Entre 2011 y 2013 países del norte de África y de la península arábiga vivieron una serie de manifestaciones sociales principalmente en contra de la pobreza, el desempleo, la represión y la ausencia de derechos democráticos conocida como la Primavera Árabe. Una de las 18 naciones partícipes fue Yemen, país en vías de desarrollo donde los ciudadanos se rebelaron en contra del gobierno de Alí Abdalá Salé mediante revueltas callejeras organizadas en su mayoría por estudiantes de la Universidad de Saná, en la capital yemení.
Tawakkul Karman, periodista, política y activista cofundadora del grupo Women Journalists Without Chains (Mujeres Periodistas sin Cadenas) en 2005, fue una de las portavoces y principales figuras de los levantamientos yemeníes. Su lucha no violenta por promover un Estado democrático, la libertad de expresión, la seguridad y los derechos de las mujeres le valió en 2011, a los 32 años, el Premio Nobel de la Paz, otorgado por primera vez a una periodista árabe.
¿Cuál es el papel de las mujeres en los procesos de construcción de paz?
Para mí, la paz no es solo detener los conflictos armados, también es detener las injusticias en los pueblos. La paz significa democracia, no más corrupción y el respeto a los derechos humanos, y las mujeres deben estar presentes en esos tres ámbitos; deben ocupar los puestos más altos para la toma de decisiones en todos los poderes e instituciones de los Estados. Su papel es primordial para la construcción de la paz, no como mujeres, sino como patriotas, además deben estar presentes en los medios de comunicación, las sociedades civiles y la economía de su país.
En países en vías de desarrollo como Yemen, ¿a qué se enfrentan las mujeres en la construcción de la paz?
Las mujeres en países en desarrollo pugnan por la paz al luchar contra las tiranías. Lo peor a lo que se enfrentan es estar bajo la sombra de un sistema, de un régimen tirano, donde las “malas tradiciones” las encasillan en ciertos papeles, como las instituciones religiosas que interpretan mal la religión en su propio beneficio y atan las manos de las mujeres en nombre de Dios. Lo que las mujeres deben saber es que están en el mismo nivel del hombre; ellas deben tomar sus derechos sin esperar una interpretación de la religión por un gobernador o un religioso. Los derechos se toman, no se piden. Necesitan luchar, necesitan valentía, inteligencia y que ellas mismas se crean que pueden dirigir su camino.
¿Qué se necesita para garantizar sociedades de paz en el mundo?
Se debe cambiar las sociedades para que las próximas generaciones puedan vivir con democracia. Estas deben ser abiertas, sin corrupción, sin discriminación y con igualdad entre hombres y mujeres sin importar género, raza o preferencias. Esa es la lucha que nosotros comenzamos. Yo espero que las próximas generaciones no pasen por el mismo camino de lucha y sacrificio que nosotros. Y esto no es solo para las mujeres, sino para los niños y niñas. Nosotros nos sacrificamos y hemos pagado un costo muy elevado por ellos.
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