Las lámparas fluorescentes compactas usan 75 por ciento menos energía que una bombilla incandescente tradicional, pero nunca superaron lo que las hacía inconvenientes.
En aras de una mayor eficiencia, muchos consumidores pasaron las últimas dos décadas cambiando sus viejos focos de luz incandescente por lámparas fluorescentes compactas. Esos tubos espirales usaban menos energía, ahorraban dinero, duraban más? aunque todos los aborrecían.
Pero ahora, las lámparas fluorescentes compactas (CFL), están despareciendo lentamente de las tiendas. El año pasado, el detallista IKEA dejó de ofrecerlas en todas sus sucursales, y el fabricante GE acaba de publicar una carta satírica despidiéndose de la tecnología e informando que dejará de producir esos focos en Estados Unidos.
?Ahora puedo ver que LED es mi futuro?, dice la misiva, refiriéndose a los diodos luminosos cuyas ventas se han incrementado al bajar los precios. Según la Asociación Nacional de Fabricantes Eléctricos, las cifras estadounidenses más recientes revelan que los embarques CFL cayeron 28 por ciento respecto del año pasado, mientras que los LED ha escalado un pasmoso 237 por ciento. Además, bajo nuevos estándares propuestos hace una semana, las CFL ni siquiera serían lo bastante eficientes para competir en el mercado estadounidense.
Aunque el pronóstico no es bueno, todavía no ha llegado el momento de escribir el obituario de las CFL.
?No desaparecerán de la noche a la mañana, te lo aseguro ?dice Terry McGowan, director de ingeniería y tecnología en el grupo industrial American Lighting Association-. Verás que todavía tendremos CFL durante mucho tiempo?. Asegura que son un buen ?relleno de bajo costo para portalámparas?, de manera que conservarán su atractivo en la iluminación de servicio, sobre todo fuera de Estados Unidos.
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Lanzados a mediados de la década de 1980, las CFL se hicieron cada vez más baratas y eficientes, consumiendo 75 por ciento menos energía que las bombillas incandescentes regulares. No obstante, nunca lograron superar los inconvenientes que les hicieron poco atractivas: necesitaban tiempo para encender completamente; su luz suele resultar molesta; y los tubos de vidrio contienen mercurio, elemento tóxico que obliga a hacer una revisión cuidadosa a cualquiera que, por casualidad, rompa una bombilla.
?Si sumas todas estas cosas, el péndulo se mueve rápidamente a favor de los LED. Y creo que ese péndulo seguirá moviéndose?, sentencia McGowan. Hace dos años, en un estudio subsidiado por el Departamento de Energía, los LED superaron a las CFL en beneficios ambientales; y los LED, que no tienen los problemas de calidad y fragilidad de las CFL, hoy cuestan apenas una fracción de lo que costaban hace unos años. Otro estudio señala que el precio de los LED cayó entre 28 y 44 por ciento anual entre 2011 y 2014.
Algunos países, como India, tardarán un poco en hacer la transición a LED. Aunque el mercado estadounidense de la iluminación será 70 por ciento LED y 4 por ciento CFL para 2020 ?según un informe de 2012 de la consultoría McKinsey & Company-, para ese mismo año, India será 59 por ciento LED y 15 por ciento CFL. El resto del sector estará compuesto por otros tipos de iluminación, como halógeno (una versión más eficiente de la lámpara incandescente) y las lámparas lineales fluorescentes.
GE se ha asociado con Walmart y Sam?s Club para promover la migración a LED, y otros jugadores de la industria están haciendo lo mismo. En su sitio Web, Ace Hardware enfatiza los LED sobre CFL; y un portavoz del fabricante Philips dice que, aunque CFL es un negocio ?saludable?, la compañía está ?liderando el cambio? a los LED, y sus cifras de ventas reflejan esta tendencia.
Algunos investigadores todavía defienden las bombillas incandescentes de antaño, introducidas hace más de un siglo por Thomas Edison, y actualmente en proceso de eliminación paulatina en Estados Unidos y otros países. El mes pasado, científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts y la Universidad Purdue describieron el uso de nanotecnología para reducir la pérdida de calor que hace tan ineficientes a las bombillas tradicionales. McGowan comenta que otros investigadores realizan trabajos similares, pero no les queda mucho tiempo. Y cualquier resurrección de las bombillas incandescentes en Estados Unidos tendrá que reunir los estándares más estrictos que entrarán en vigor en 2020.
?Es interesante que haya gente que aún trata de mejorar la lámpara incandescente ?comenta McGowan, con tono divertido-. Les deseo suerte?.
McGowan trabajó 38 años en GE. Su colega y amigo en aquella compañía, Ed Hammer, inventó el diseño espiral de CFL en la década de 1970, redefiniendo las posibilidades de la iluminación fluorescente. Antes de morir, en 2012, Hammer pudo ver cómo se incrementaba la adopción de LED. ?Bueno, están ganándonos?, bromeó con McGowan, acerca de la competencia, a sabiendas de que las CFL habían dado una buena carrera.
?Creo que eso habría dicho Ed: tuvimos una buena carrera ?dice McGowan, acerca de las tendencias-. Hemos hecho grandes cosas, y redujimos el costo de la iluminación?.