Vértigo sobre las arenas
Orillado a la cordillera de los Andes, el noroeste argentino es una tierra invadida por gigantes de arena. Aquí se encuentran algunas de las dunas más imponentes del mundo que pueden superar los mil metros de altura.
Ubicadas cerca de las pequeñas ciudades de Tinogasta y Fiambalá, estas dunas catamarqueñas ocupan una zona de climas tórridos cuya columna vertebral es la Ruta Nacional 60.
De todas estas colosales dunas, las más populares entre los amantes del sandboard son las de Saujil, a las que se llega precisamente siguiendo el asfalto de la carretera 60.
A pesar de que las dunas de Saujil tienen una inclinación apropiada para el deslizamiento de los sandboarders, es siempre aconsejable lubircar las tablas con cera, silicona o parafina.
"cuanto más se encera la tabla, mejor será la velocidad que uno pueda alcanzar. De cualquier manera, hay que tener en cuenta que, con las inclinaciones menores a los 30 grados, de nada sirve la lubricación. Por eso, en Saujil es imprescindible buscar los lanzamientos desde la cresta sur de las dunas principales, en donde las pendientes son más pronunciadas", dice Manuel Carrizo, guía de turismo catamarqueño e instructor de sanboard.
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