Las fotografías del telescopio nos han deslumbrado durante 25 años.
Extracto de la edición de abril de la revista National Geographic en Español.
Al principio no era gran cosa. Puesto en órbita el 24 de abril de 1990 a bordo del transbordador espacial Discovery, el telescopio espacial Hubble pronto empezó a tambalearse. Abrir su puerta protectora para que entrara la luz de las estrellas perturbaba tanto al telescopio que cayó en un coma electrónico. Su espejo principal para recibir la luz, de 2.4 metros de diámetro y del que se dice es el mayor espejo liso elaborado por humanos, había sido configurado de una manera incorrecta.
Su diseño habría implicado una concesión: Los astrónomos querían un telescopio mas grande en una órbita mas alta. Obtuvieron uno mas pequeño que órbita a a sólo 560 kilómetro de altura, para que cupiera en el compartimento de carga de la nave. Sin embargo, el transbordador fue lo que salvó la misión. Si el Hubble se hubiera lanzado más allá del alcance del transbordador, podría haber pasado a la historia como el error de los 1000 millones de dólares. En cambio, se construyó de modo que sus componentes clave fueran accesibles para ser reemplazados o reparados.
El Hubble literalmente expandió las fronteras del conocimiento humano. Al utilizarlo para explorar las profundidades del espacio y el tiempo cósmico con una claridad inédita, los astrónomos descubrieron que las galaxias se formaron a partir de pequeños pedazos de algo en el principio del universo y que las galaxias masivas albergaban de manera típica agujeros negros descomunales en sus centros. Los exámenes que el Hubble hizo de las estrellas enanas confirmaron que la materia normal casi no puede generar la gravedad suficiente para mantener juntas las galaxias, lo que significa que la "materia oscura" responsable debe estar hecha de algo más exótico.
Sin embargo, es seguro que la popularidad global del telescopio espacial proviene no solo de sus logros científicos, sino también de las imágenes memorables que ha producido de nebulosas, galaxias brillantes y el caos de estrellas despedazadas. Mientras el Hubble estaba en construcción, estas imágenes, a las que llamaban "bonitas", eran menospreciadas en los círculos de la NASA. Pero un cuarto de siglo después, las escenas cósmicas ensambladas por Zoltan Levay y sus colegas en el Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial han, en palabras de Steven J. Dice, historiador de la NASA, "aumentado al idea misma de lo que llamamos ‘cultura". Que los sed humanos las encuentren tan bellas y evocativas como fotos de atardeceres o de las cimas de las montañas afirma que la naturaleza es de una sola pieza y que somos parte de ella.
La edición de abril de la revista National Geographic en Español incluye una selección, por parte de Levay, de las 10 mejores visiones celestiales tomadas con el Hubble.
Crédito de la imagen principal de este artículo: NASA, ESA, and F. Paresce (INAF-IASF, Bologna, Italy), R. O’Connell (University of Virginia, Charlottesville), and the Wide Field Camera 3 Science Oversight Committee