Si crees que esto es una fotografía, estás muy equivocado

A finales de la década de 1960, surgió el fotorrealismo en Estados Unidos. Sus adeptos buscaban su propia forma de expresión artística mediante la producción de representaciones realistas de objetos cotidianos y escenas. Esta imágen llamada "Car Reflections" fue pintada por Richard Estes en 1969 y representa a la primera generación de esta corriente.

Los seguidores del fotorrealismo siguieron el camino iniciado por los artistas pop, critican a la cultura de consumo, a los medios de comunicación y a la publicidad. Robert Bechtle trató de captar la atmósfera de la vida cotidiana americana en escenas al aire libre como en esta pintura de 1981 llamada "Alameda Chrysler".

De 1970 a 1980 surgió la segunda generación de fotorrealistas, esta vez con seguidores en Europa. A diferencia de sus colegas estadounidenses, los artistas europeos decidieron mantener una posición más neutral en la representación de temas, por ejemplo, las ciudades y paisajes son temas importantes en las obras de Anthony Brunelli. "Main Street", 1994

Otros artistas de la segunda generación prefirieron mantener el espíritu de sus antecesores con temáticas de comida, juguetes para niños, máquinas de pinball, dulces de todos los colores imaginables y escenas de la vida urbana. Así lo hizo Robert Gniewek con su "Als Diner", 2011.

Las pintura fotorrealista es de lo más laborioso: primero se proyecta sobre un lienzo, luego, con la ayuda de un sinnúmero de plantillas finas o pistolas de pulverización se crean reproducciones pintadas. Tom Blackwell, Sequined Mannequin, 1985.

Todos los artistas de la tercera generación (después del 2000) hacen uso de la tecnología digital. Sus obras se caracterizan por imágenes en alta definición tan precisas y detalladas que incluso plantean dudas sobre la autenticidad de las mismas. Roberto Bernardi, "Confini Segreti", 2013.