Investigadores del Instituto Salk de Estudios Biológicos le cortaron un ala al feto de un pollo, y una nueva creció en su lugar.
¡Darle alas!
Investigadores del Instituto Salk de Estudios Biológicos le cortaron un ala al feto de un pollo, y una nueva creció en su lugar. Este fenómeno es común en los cangrejos moros, pero es la primera vez que sucede en pollos. Al cambiar la manifestación de unos cuantos genes, dice Juan Carlos Izpisúa Belmonte, del Instituto Salk, «vuelve a crecer una hermosa y perfecta ala».
Tendrá que pasar mucho tiempo antes de que este conocimiento sea probado en los seres humanos, pero es alentador saber que los científicos pueden, en palabras de Belmonte, «cambiar la capacidad que tiene un vertebrado para regenerar sus miembros, reconstruir vasos sanguíneos, músculos y piel: todo lo que se necesite».