Bam y la tristeza

Los planes para la mayor fortaleza del mundo hecha con adobe podrían tomar décadas.

Ocurrió en la madrugada del 26 de diciembre de 2003. En cuestión de segundos, la ciudad de Bam, en el sudeste de Irán, se vino abajo sacudida por un terremoto. Según fuentes oficiales, más de 33,000 personas perdieron la vida, aunque los sobrevivientes afirman que las víctimas duplican esa cifra.

Para Irán, el terremoto de Bam no fue sólo una tragedia humana, sino también cultural: poco después del sismo se constató que éste había destruido el 70 por ciento de la imponente ciudadela de Arg-e Bam. «Con el terremoto hemos perdido a miles de ciudadanos, además de un pedazo de nuestra historia», dijo el entonces presidente Mohammed Jatami. Toda la élite iraní prometió que, al igual que la ciudad, la ciudadela se reconstruiría de inmediato.

Arg-e Bam, la mayor fortaleza del mundo construida con adobe, se erigió en el siglo X, aunque los orígenes del complejo de edificios se remontan incluso al siglo V antes de Cristo. La ciudadela ocupaba una superficie de 180,000 metros cuadrados, rodeada por muros de hasta siete metros de altura y de 1,815 metros de longitud, con 38 torres de vigilancia. En un principio, sirvió como puesto fronterizo y más tarde como cuartel militar.

Durante el siglo XX, Arg-e Bam se convirtió en un imán para turistas y, por tanto, en una importante fuente de ingresos para la ciudad de Bam, además de sus plantaciones de dátiles. Sin embargo, tras el terremoto los turistas desaparecieron, y con ello el medio de vida de muchos habitantes.

En 2004, la UNESCO declaró Arg-e Bam Patrimonio de la Humanidad y la incluyó directamente en su lista de bienes culturales amenazados. Y además de esta agencia de Naciones Unidas, también Alemania, Francia, Italia y Japón ayudaron en la reconstrucción de la ciudadela, aunque ésta aún está lejos de completarse.

Más de diez años después de la catástrofe, la situación en Bam se ha normalizado. Sin embargo, sobre la ciudadela hay diferentes versiones: mientras el gobierno habla de grandes avances, los expertos se mantienen escépticos. «El 80 por ciento de Arg-e Bam está restaurado y el 20 por ciento restante lo terminaremos en los próximos dos a tres años», dijo el vicepresidente Mohammed-Ali Nayafi.

Con todo, las autoridades de Bam se muestran menos confiadas. Más de diez años después del terremoto el principal problema sigue siendo la irregular financiación de las obras, pues no hay un presupuesto claro. «Si, como hasta ahora, el dinero sólo nos llega con cuentagotas, la reconstrucción podría durar 50 años», dijo el vicegobernador Mohamed Yawad Kamjab. En especial, preocupa el pago de restauradores y empleados, que a veces se retrasa medio año.

Según el restaurador jefe de la ciudadela, Afshin Ebrahimi, tras los esfuerzos de los últimos diez años Arg-e Bam ya no está en la lista de patrimonio amenazado. «El objetivo no era devolver la ciudadela a su estadio previo al sismo, sino restaurarla de la mejor manera posible», dijo Ebrahimi. Para el experto, el terremoto de 2003 forma también parte de la historia de Arg-e Bam.