Diferentes especies se sincronizan ante los cambios climáticos
No es ningún secreto que el calentamiento global amenaza el delicado equilibrio natural. En el Ártico, los estragos del cambio climático son más evidentes. Los glaciares se derriten, el nivel del mar aumenta, el ciclo de las precipitaciones se altera y los animales luchan por mantener el ritmo.
¿Qué efecto tendrá un entorno cambiante sobre los distintos ecosistemas? Un estudio revela como comunidades enteras de diferentes especies son afectadas.
Únicamente cuatro animales llaman hogar a las gélidas tierras del archipiélago de Svalbard en Noriega. El reno salvaje (Rangifer tarandus platyrhynchus), la perdiz nival (Lagopus muta hyperborea), una especie de topillo (Microtus levis) y el zorro ártico (Vulpes lagopus), quien se alimenta de las otras tres.
En años recientes, Svalbard ha visto un incremento en lluvia helada. Esta cubre la escasa vegetación en una gruesa capa de hielo, impenetrable para los animales.
Un equipo de científicos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, estudió este sencillo ecosistema de tres herbívoros y un depredador bajo el fenómeno de la lluvia helada en la isla de Spitsbergen. Encontraron que, tras el invierno, había una alza en la taza de mortandad en las poblaciones herbívoras. Los zorros la registraban un año después.
Al morir de hambre los herbívoros, los zorros gozan de un gran festín resultando en una alza en reproducción en la primavera y verano. Sin embargo, para el siguiente invierno solo han sobrevivido los herbívoros más aptos quienes, al ser pocos, casi no deben competir por alimentos. Como resultado, pocos mueren. Sin carroña qué comer, un gran porcentaje de los zorros fallecen por lo que hay pocos nacimientos en primavera.
A diferencia de otros investigadores quienes por décadas habían tratado los efectos del clima únicamente en poblaciones individuales, Brage Bremset Hansen y su equipo han puesto en evidencia que los eventos climatológicos extremos también sincronizan comunidades enteras de especies diferentes.
Es certero que este fenómeno de sincronía se presente en ecosistemas mucho más complejos que el observado en Svalbard. Sin embargo, habiendo tantos actores es difícil de detectar los efectos en cadena que se desatan del calentamiento global.