De acuerdo con una investigación guiada por Jill Pruetz, los chimpancés de Senegal fabrican y utilizan lanzas para cazar otros primates.
Los chimpancés cazan a otros primates con la ayuda de objetos.
De acuerdo con una investigación guiada por Jill Pruetz, antropóloga de la Universidad Estatal de Iowa (ISU, por sus siglas en inglés), los chimpancés de Senegal fabrican y utilizan lanzas para cazar otros primates. El estudio, patrocinado por la National Geographic Society es el primero en confirmar el uso habitual de herramientas por seres no humanos para cazar a otros vertebrados.
Pruetz, profesora adjunta de Antropología de la ISU, y Paco Bertolani, estudiante graduado del Leverhulme Centre for Human Evolutionary Studies del departamento de Antropología Biológica de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, documentaron 22 casos de chimpancés que crearon herramientas para cazar a primates más pequeños, encontrados en las cavidades de ramas huecas o troncos de árboles.
«Lo descubrimos de forma bastante inesperada», expresó Pruetz. «Había indicios de que este comportamiento podía ocurrir, pero sucedió una sola vez y en un lugar distinto. Más tarde conversé con mi director de proyecto (Bertolani) y me platicó que él había visto una hembra cazar con herramientas. Cuando revisó la información original, nos dimos cuenta que teníamos más evidencia sobre este tipo de comportamiento. Mientras estaba en Senegal cursando el semestre de primavera, observé aproximadamente 13 actos de cacería. Así que es algo bastante habitual».
Los chimpancés empujaban, en varias ocasiones, herramientas con fuerza dentro de troncos o ramas huecas y tras extraerlas las lamían y olían. Sólo 22 de los casos reportados se registraron como de naturaleza juguetona, en el caso de un macho bebé, o exploratoria.
En todos los demás casos, los investigadores juzgaron que los chimpancés utilizaban tal fuerza en insertar la herramienta para que la presa dentro del árbol fuera lastimada. Observaron sólo un caso en el cual un chimpancé extrajo a un primate más pequeño con la ayuda de una lanza.
A pesar de que la caza es una actividad que se da predominantemente en los chimpancés machos, los incidentes reportados incluyen una hembra adulta, un macho adulto, tres hembras adolescentes, una hembra joven, un macho joven, y un macho bebé.
«En los estudios sobre chimpancés hay diversas discusiones sobre la caza llevada a cabo por machos adultos, pues básicamente son los únicos que cazan y no utilizan herramientas», explicó Pruetz. «Las hembras casi no se involucran, por lo que resultó realmente sorprendente. No sólo los chimpancés cazan con herramientas, sino que las hembras también participan, y las que más las utilizaron fueron hembras adolescentes».
Y agregó, «es muy común en los primates que cuando hay una innovación, particularmente en términos de uso de herramientas, las generaciones más jóvenes lo aprenden de manera más rápida. Los últimos en aprender son los adultos, principalmente los machos. Esto se debe a que los pequeños aprenden de quienes están más cerca: sus madres».
Los autores concluyen que estos hallazgos apoyan la teoría de que las hembras pudieron haber jugado un papel importante en la evolución de la tecnología de herramientas entre los humanos más primitivos. Esa tecnología incluye un comportamiento relacionado con la caza, además de las actividades de recolección.
«La combinación del uso de herramientas y caza en Fongoli, comportamientos considerados desde hace tiempo como sellos distintivos de nuestra propia especie, hacen a la población especialmente intrigante», escribieron. «El observar a individuos que cazan con herramientas, que incluyen hembras y chimpancés pequeños, sugiere que deberíamos repensar las explicaciones tradicionales sobre la evolución de tal comportamiento en nuestro propio linaje. Aprender más sobre los comportamientos únicos de los chimpancés en el medio ambiente, antes de que desaparezcan, puede proveer importantes pistas sobre los retos a los que se enfrentaban nuestros ancestros más primitivos».
Para poder llevar a cabo sus observaciones, Pruetz y su equipo pasaron cuatro años «acostumbrando» a los chimpancés para familiarizarse con los humanos en el sitio de investigación de 63 kilómetros cuadrados en Fongoli. El proceso ha cambiado a través de los años.
«Tienes que pasar horas y horas tratando de seguirlos y alcanzarlos para básicamente acostumbrarlos a ti, y que piensen que eres una simple presencia benigna», relató Pruetz. «Lo que los investigadores solían hacer hace un tiempo era alimentar a los chimpancés con plátanos, lo cual los acostumbraba más rápido a estar entre humanos. Pero este método causa problemas. Hoy en día sabemos que existen muchas enfermedades que pueden ser transmitidas de chimpancés a humanos y viceversa. También hay problemas éticos porque en algunos lugares los chimpancés se acostumbraron tanto a los humanos que dejaron de temerles, y por lo tanto podrían haber lastimado a la gente».