Congelado casi en el estado en que pereció hace unos 37 500 años, una cría de mamut siberiano sometida a pruebas en Japón podría explicar la extinción de su especie.
Congelado casi en el estado en que pereció hace unos 37 500 años, una cría de mamut siberiano sometida a pruebas en Japón podría explicar, finalmente, qué causó la extinción de su especie -además de esclarecer algunas interrogantes sobre el cambio climático-, declaró un grupo de científicos a principios de mes.
Desenterrado en mayo por un pastor de renos en la aislada región autónoma de Yamal-Nenets, en el norte de Siberia, el animal, de unos seis meses de edad, se encuentra virtualmente intacto e incluso conserva algo de su pelaje, aunque la cola y una oreja del ejemplar, llamado «Lyuba», fueron aparentemente arrancadas a mordidas.
«El descubrimiento de Lyuba es un acontecimiento histórico -afirmó Bernard Buigues, vicepresidente del Comité Internacional del Mamut, organización ginebrina-. Nos cuenta por qué la especie no sobrevivió? y arroja luz sobre el destino de los seres humanos».
Estudios
Se cree que las últimas bestias prehistóricas merodearon el planeta en un periodo que se remonta de cuatro mil a 4.8 millones de años en la antigüedad, y los investigadores han debatido si su extinción se debió al cambio climático o la cacería humana.
«Es lo que esperábamos: la oportunidad de explicarlo todo sobre el mamut -señaló Naoki Suzuki, de la Escuela de Medicina de la Universidad Jikei y líder de la primera etapa de un estudio internacional centrado en la estructura de los restos-. Nuestros hallazgos serán un importante paso para resolver el misterio de su extinción».
El mamut gris-pardo de 1.20 metros fue sometido a un estudio de tomografía computarizada que produjo imágenes tridimensionales de precisión casi quirúrgica, explicó Suzuki. Lyuba, que al parecer murió sin heridas externas y fue hallado en estado de congelación, es el mamut mejor conservado que se haya encontrado hasta ahora, aseveró Sergey Grishin, director del Museo Shemanovski Yamal-Nenets.
Los científicos analizan la información tridimensional para tener una imagen más definida de los órganos internos y la estructura del mamut, y buscarán pistas sobre la dieta de esta cría y las causas de su muerte, prosiguió Grishin. También estudiarán minúsculas muestras del aire atrapado en los pulmones de Lyuba para obtener indicios de la atmósfera terrestre durante la última Era Glacial.
En exhibición
Entre tanto, instalado en el centro de Tokio, multitudes de niños se asoman al congelador que protege el marchito cuerpo de Lyuba, donde permanecerá exhibido hasta fines de febrero. «Fue increíble, parecía vivo -declaró Chikara Shimizu, de diez años». «Tal vez encontraron a Lyuba porque el hielo de Siberia se derrite a causa del calentamiento global -interpuso el padre de Chikara, Misao Shimizu-. La idea me resulta muy preocupante».
Akito Arima, director del Museo de Ciencias de Tokio, sede de la exhibición de Lyuba, declaró que el calentamiento global podría ser la causa de que el mamut fuera descubierto hasta ahora, mas no ofreció detalles. El permafrost (suelo que permanece congelado todo el año) subyace a gran parte de Siberia, pero los científicos temen que el calentamiento global ocasione que se derrita y acelere el cambio climático y liberando a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono, gas que contribuye al calentamiento.