En un aparente destello de inteligencia, un joven elefante asiático utiliza un cubo de plástico como taburete – y herramienta – dice un nuevo estudio.
Ese sencillo «momento eureka» es la primera evidencia de que los paquidermos pueden plantearse escenarios problemáticos en su cabeza, luego trazar un mapa mental de una solución efectiva y, por último, poner el plan en acción, dicen los investigadores.
Durante el estudio, Kandula – un elefante de siete años de edad – estaba ansioso por llegar a un racimo de fruta amarrado a una rama que estaba suspendido por un cable, lejos de su alcance. Después de, aparentemente, pensarlo, el joven macho colocó un cubo grande de plástico debajo de la rama y se subió en él para alcanzar el «premio» con su trompa, una hazaña que repitió varias veces durante varios días con el cubo y con un neumático de tractor.
Kandula, el más joven de los elefantes en el Zoológico Nacional en Washington, DC, nunca antes había sido visto moviendo un objeto y parándose en él para obtener nada.
Lo mejor de todo es que Kandula no llegó a la solución por el métodode prueba y error, dijo Diana Reiss, cotuora del estudio sobre la inteligencia animal en los elefantes y los delfines en el Hunter College de City University de Nueva York.
Sólo unas pocas especies, como los seres humanos, los cuervos y los chimpancés, han demostrado conocimiento espontáneo, la capacidad de crear mentalmente una solución a un problema físico, dijo Reiss.