Kosovo obtiene su independencia

Las principales potencias europeas y Estados Unidos reconocieron a Kosovo este lunes 18 de febrero, un día después de que los líderes étnicos albaneses de la provincia declararan su independencia de Serbia.

Estados Unidos y líderes europeos reconocen su autonomía
Las principales potencias europeas y Estados Unidos reconocieron a Kosovo este lunes 18 de febrero, un día después de que los líderes étnicos albaneses de la provincia declararan su independencia de Serbia. La gente eufórica bailó en las calles después de escuchar la aprobación.

Los líderes de Kosovo enviaron cartas a 192 países buscando reconocimiento oficial, y Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos se encuentran entre los países que apoyaron la petición. Pero otras naciones de la Unión Europa se opusieron, incluyendo España, país que ha luchado por décadas contra un violento movimiento separatista por parte de los vascos.

«Los kosovares ahora son independientes», declaró el presidente norteamericano George W. Bush durante un viaje a África. Mientras que el reconocimiento se difundía, los albanos étnicos llenaron las calles de la capital Pristina para celebrar y bailar.

Nueva bandera, nuevas tensiones
La nueva bandera de la república -azul con una silueta amarilla de Kosovo y seis estrellas blancas que representan a cada uno de los grupos étnicos principales- se batieron desde casas y oficinas. Pero el norte de Kosovo, controlado por los serbios, estaba tenso a causa de las miles de personas manifestándose contra la independencia y con una explosión que dañó un vehículo de Naciones Unidas.

Nadie resultó herido. Al esquivar Naciones Unidas y apelar directamente a Estados Unidos y otras naciones por el reconocimiento, la independencia de Kosovo creó un enfrentamiento con Serbia -enfurecido por la inminente pérdida de su territorio- y Rusia, quien advirtió que marcaría un peligroso precedente para los grupos separatistas alrededor del mundo. Rusia persuadió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de reunirse en una sesión de emergencia el domingo, en un intento de bloquear la secesión de Kosovo.

El consejo se reunió otra vez el lunes. Kosovo había permanecido oficialmente como parte de Serbia a pesar de que había sido administrado por Naciones Unidas y OTAN desde 1999, cuando unos ataques aéreos de OTAN finalizaron las medidas represivas del antiguo líder yugoslavo, Slobodan Milosevic, de los separatistas étnicos albanos, las cuales mataron 10 000 personas.

90 % de los dos millones de personas en Kosovo son albanos étnicos, la mayoría musulmanes seculares que no ven por qué tienen que quedarse unidos al resto de los católicos ortodoxos serbios. A pesar de las llamadas de restricción, las tensiones estallaron en el norte de Kosovo, hogar de la mayor parte del territorio de los 10 000 serbios, minoría del nuevo país.

Una explosión dañó un vehículo de Naciones Unidas, estacionado afuera de la aldea, dividida étnicamente, de Kosovska Mitrovica, donde miles de serbios se manifestaron repitiendo, «¡Esto es Serbia!». Las multitudes marcharon hacia un puente que cruza un río que divide la ciudad entre los albanos étnicos y los serbios.

Fueron confrontadas por las fuerzas de paz de OTAN que vigilaban el puente, pero no hubo violencia. Otros 800 serbios montaron una ruidosa manifestación en el enclave, dominado por los serbios, de Gracanica, afuera de Pristina, y agitaban banderas serbias y cantaban canciones patrióticas.

«Nuestra obligación es permanecer en nuestras casas y vivir como si nada hubiera pasado ayer», dijo el manifestante Goran Arsic. En una primera señal de que Serbia intentaba retomar la autoridad en el norte de Kosovo, unos policías serbios empezaron a abandonar el cuerpo de policía multiétnico de Kosovo el lunes para someterse bajo la autoridad del gobierno serbio en Belgrado, comentó un policía serbio de Kosovo, hablando bajo la condición de anonimato dada la sensibilidad del tema.

Había aproximadamente 320 policías serbios en el cuerpo establecido por Naciones Unidas que ha dirigido Kosovo desde 1999. La partida de los policías serbios probablemente dispararía una confrontación con la administración de Naciones Unidas.

Kosovo aún está protegida por 16 000 integrantes de las fuerzas de paz de OTAN, y la alianza aumentó las patrullas a lo largo del fin de semana con fin de desanimar cualquier tipo de violencia. Mientras tanto, la policía internacional se desplegó para apoyar las fuerzas locales en el norte.

Las naciones de la Unión Europea se encontraron profundamente divididas acerca de si reconocer a Kosovo mientras que sus ministros de asuntos exteriores se juntaron en Bruselas, Bélgica, para intentar llegar a un común acuerdo. Al final de la junta, los ministros adoptaron una declaración que les dejaba libre el camino a algunos miembros de aprobar la independencia.

La declaración de Kosovo fue «un gran éxito para Europa, un gran éxito para los kosovares y ciertamente no una derrota para los serbios», expresó el ministro de asuntos exteriores francés, Bernard Kouchner, en Bruselas. Sin embargo, España dijo que la petición de independencia fue ilegal bajo la ley internacional.

El nuevo presidente habla
El presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu calmó los miedos de nuevos disturbios el lunes, al decir que el gobierno necesitaba ponerse a trabajar en la construcción de un país democrático. «Hoy será un gran día, porque tenemos muchas cosas que necesitamos empezar y terminar -declaró Sejdiu-. Necesitamos un trabajo continuo y compromiso, y estamos completamente dedicados a cumplir las promesas de mejorar nuestro estado».

Las 192 cartas que buscaban el reconocimiento incluían una a Serbia. Pero el gobierno de Belgrado dejó claro que nunca aceptaría la condición de estado de Kosovo. Serbia dijo que buscaría bloquear a Kosovo de ganar reconocimiento diplomático y pertenencia a Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.

«El supuesto estado de Kosovo nunca será miembro de Naciones Unidas», dijo el ministro de asuntos exteriores de Serbia, Vuk Jeremic. El Ministerio del Interior de Serbia presentó cargos criminales el lunes en contra de tres líderes de Kosovo por proclamar la independencia, Sejdiu, el primer ministro Hashim Thaci y el presidente de la Cámara de los Representantes, Jakup Krasnigi.

Los cargos sólo fueron simbólicos, ya que Serbia no ha tenido jurisdicción sobre Kosovo desde la guerra de 1999. El gobierno de Serbia ha descartado una respuesta militar como parte de un «plan de acción» secreto creado al inicio de la semana, pero advirtió que degradarían las relaciones con todos los gobiernos extranjeros que reconocieran la independencia de Kosovo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, argumentó que una independencia sin la aprobación de Naciones Unidas dispararía un peligroso precedente para los «conflictos congelados» a lo largo la antigua Unión Soviética, donde los separatistas en Chechenia y Georgia buscan su independencia.