Una reacción química cambia el color de la libélula amarilla a rojo escarlata
Cada verano, muchas libélulas de amarillo solar se transforman en vibrantes voladores color escarlata.
Detrás de este maquillaje llamativo, los científicos han descubierto una simple reacción química tan elegante como el espectáculo mismo.
El descubrimiento, hecho por un equipo de biólogos de Japón, revela los mecanismos y pigmentos detrás del cambio completo de color, un proceso que describen en el estudio publicado el 9 de julio en Proceedings of the National Academy of Sciences.
«Es debido a que las libélulas son diurnas y tienen un mayor sentido de visión que de olfato o auditivo, que el color corporal es esencial para el reconocimiento de la pareja» dijo el líder y autor de la investigación Ryo Futahashi, biólogo del Instituto Nacional de Tecnología y Ciencia Industrial Avanzada de Japón.
Futahashi, quien ha estado fascinado con las libélulas desde que era niño, explica que la libélula roja particularmente tiene un significado cultural poderoso en Japón: el momento de su maduración coincide con el término de verano, lo que las hace un símbolo poético de otoño.
Futahashi y sus colegas estudiaron dos géneros de esta libélula, Crocothemis y Sympetrum, en el cual los machos cambian de un amarillo brillante a un color escarlata cuando alcanzan la madurez sexual.
Además de Japón, las libélulas de ambos géneros se pueden encontrar en Europa, África, Asia, Australia y Norte América.
Su cambio de color, llamado por los especialistas como coloración nupcial, señala que el macho está disponible para una pareja.
También hay una ventaja de más en esta transformación: los machos jóvenes se salvan de las disputas territoriales, ya que los machos maduros ignoran a la juventud amarilla ya que no los considera una amenaza.
Para descifrar lo que causa este cambio, los científicos reunieron especimenes de seis especies. Colectando y analizando muestras de la epidermis de los abdómenes de estas libélulas, identificaron la fuente de color a los pigmentos homocromáticos, como los responsables del color en muchos insectos y crustáceos.
Después, los investigadores indujeron un cambio de color al inyectar una solución en el abdomen de una libélula viva. Encontraron que en el corazón del mecanismo había una reacción química de oxidación.
En las reacciones de oxidación, la carga de componentes químicos se vuelve más positiva a través de la oxidación u otras reducciones negativas, removiendo los electrones sobrantes, respectivamente.
La inyección, de ácido ascórbico, accionó una reducción, lo que transformó a las libélulas amarrillas en rojo.
Una inyección de nitrito de sodio causó una oxidación, revirtiendo el efecto.
Futahashi especula que podría incluso haber un beneficio adicional para este cambio: el estado alterado en oxidación de los machos maduros puede tener una protección antioxidante adicional, ofreciendo una defensa natural contra los rayos ultravioleta.
Según Futahashi, el estudio es una explicación de muchos cuestionamientos y un punto de partida para muchos otros, ya que espera poder explicar los cambios de amarillo a azul y de rojo a verde en las libélulas Orthetrum e Ischnura, respectivamente.