Salen primeras imágenes que sientan una nueva era en el campo.
Fuente: NASA
La nueva versión del Sistema de Energía Radial de Tierra y Nubes (CERES, por sus siglas en inglés), un instrumento del satélite Suomi NPP de la NASA, entró en vigor. El satélite está escaneando en estos momentos, por primera vez, a la Tierra para garantizar la confianza en los cálculos que se toman de la energía que sale de la atmósfera terrestre.
De esta forma el CERES, que capta imágenes sensibles a la radiación que emanan de la superficie del planeta, ayuda a los investigadores a determinar el balance de dicha energía y poder registrar, a largo plazo, el principal parámetro ambiental que persistirá, según el patrón de cambios que muestre la atmosfera.
Durante los últimos 27 años, y sin parar, los instrumentos del Centro de Investigación Langley (LRC, por sus siglas en inglés), en Virginia, Estados Unidos, desde donde se monitorea el CERES y el Suomi NPP, han recaudado colectivamente una gran cantidad de datos precisos sobre la energía solar reflejada y absorbida por la Tierra, el calor que el planeta emite, y el papel que desempeñan las nubes en el proceso, un hecho sin precedentes que en 30 años ha ayudado a la comprensión del balance de la energía que rodea el planeta y sus efectos en el clima.
Aunque el sistema se incorporó al Suomi NPP, el más novedoso satélite de observación de la NASA, en octubre de 2011, éste empezó actividades de reconocimiento a las 10:12 a.m., tiempo del este, del pasado 26 de Enero, una operación de tres horas que proveyó la primera imagen que revolucionaría el proceso de observación e intelección científica sobre los fenómenos astronómicos, antes gobernados únicamente por el registro de los ingenieros espaciales.
«Es extremadamente gratificante ver a los instrumentos del CERES en el Suomi NPP y empezar con las primeras medidas. Estamos continuando el legado del más atinado grupo de observadores de radiación terrestre» dijo Kory Priestly, científico del proyecto CERES en el LRC, en alusión a los observadores que empezaron el proyecto de observación hace poco menos de treinta años. «Se necesitó una increíble equipo de ingenieros, científicos, manejo de data y expertos en programación para llevar al CERES hasta este punto».