No por las razones que supones
Llega el invierno y empiezan los estornudos. Junto con las chamarras y las bufandas aparece la gripa. A pesar de ser un hecho comúnmente sabido, la razón tras éste peculiar comportamiento del virus permanecía desconocida, a pesar de casi un siglo de investigación, hasta ahora.
Científicos del Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad Estatal de Virginia realizaron un estudio en el que, concluyen, la humedad es el secreto tras los patrones claramente establecidos de gripa durante el año. En las regiones templadas alcanza su máximo nivel de contagio durante el invierno y en los lugares tropicales coincide con la temporada de lluvias.
Para determinar la relación entre el ambiente y la supervivencia del virus de la influenza A (IAV), se experimentó con distintos niveles de humedad, así como con las sales y proteínas encontradas en el moco y el fluido respiratorio. Se reveló que la humedad determina la viabilidad del virus, pues controla la evaporación, de acuerdo a la concentración salina, de las gotas microscópicas de saliva que transportan el virus.
Cuando la humedad es baja (como en invierno) las gotas producidas al hablar, toser o estornudar se evaporan por completo y el virus prolifera en el aire dónde es fácilmente ingerido por otra persona.
Paradójicamente, cuando el nivel de humedad se acerca al 100% la gripa también es viable. Es cuando la humedad alcanza niveles moderados (84%-50%) que las gotitas no se evaporan del todo y el virus, atrapado con otras sustancias químicas, no puede propagarse.
Así, un humidificador podría ser la herramienta perfecta contra la influenza este invierno.