Una de las características principales de Israel es la variedad culinaria que tiene, pero dentro de todo, una de sus delicias, que más identifican, es el hummus.
Esta una preparación pastosa a base de garbanzo, jugo de limón y crema de ajonjolí o tahini. Tal es la importancia de este platillo que se destinó al 13 de mayo como el Día Internacional del Hummus.
El aclamado chef israelí, Ariel Rosenthal, le tomó un cariño especial a esta delicia desde su infancia: «cuando era niño, crecí en una escasez de alimentos en el sentido simple y profundo de la palabra, pero siempre había hummus», recuerda.
Desde entonces, Ariel aprendió a hacer este platillo inspirándose en Moshe Cheruby, uno de los artilleros de la cultura del garbanzo en Israel.
Un “platillo espiritual”, así es como lo llama Ariel, por su significado e ingrediente especial, el garbanzo, un cultivo que ha nutrido a las personas durante siglos, y ha producido infinitas recetas con influencias culinarias y sabores de todas partes del mundo.
“Si me pidieran describir el garbanzo en una sola palabra, esa palabra sería “maravilla”.
Maravilla en sabor, versatilidad y respaldada por médicos y nutriólogos por ser una legumbre rica en proteínas, antioxidantes, ácido fólico, vitaminas y minerales como calcio, hierro, magnesio, potasio y más».
Ariel también es coautor junto con el chef Orly Peli-Bronshtein, del libro «On the Hummus Route», «En la Ruta del Hummus» en español, donde hacen un homenaje al garbanzo y detallan la historia del hummus a través de un viaje por nueve ciudades del Medio Oriente, desde El Cairo hasta Damasco, pasando por Gaza, Jaffa, Tel Aviv, Nazaret, Jerusalén, Akko y Beirut.
La palabra «hummus», en hebreo y árabe, es la palabra tanto para el plato como para los garbanzos de los que está hecho.
En el libro se destacan fotos, ilustraciones, recetas, hechos históricos, leyendas y otras anécdotas en torno a esta delicia.
Su pasión y dedicación por conocer más sobre este diamante del mundo culinario los llevó a visitar agricultores y a estudiar el garbanzo a profundidad. Más adelante, esta inspiración se convirtió, en 2001, en un famoso restaurante “Hakosem” (que significa «El Mago»). Está ubicado en las calles de Tel Aviv donde, por supuesto, la especialidad es el hummus en diferentes versiones.
Como el libro muestra en sus numerosas recetas, los garbanzos se pueden usar no solo para hacer hummus y falafel, sino también para hacer muchos alimentos salados, dulces o picantes y se pueden usar cocidos, asados, secos; incluso hay harina de garbanzo.
Lo más sorprendente que se puede hacer con garbanzos es probablemente el merengue vegano, hecho de aquafaba, que es el agua en donde cocinas los garbanzos. Incluso, si riegas tus plantas con el agua en la que empapaste tus garbanzos, crecerán mejor, sugiere.
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