Como ya es costumbre en varias partes del mundo, para finalizar la festividad navideña, muchas familias se reúnen el día 6 de enero, el Día de Reyes, entorno a una mesa para comer una deliciosa Rosca de Reyes.
La tradición de partir este platillo data del siglo XIV en Francia. La Galette des Rois básicamente es pasta pasta de hojaldre y lleva almendras. En lugar de un muñequito, tradicionalmente se coloca un haba dentro de la galette. La persona que saca el frijol, se convierte en «rey» o «reina» por un día. Esta hermosa tradición se expandió a otros países de Europa y América
En Francia la Rosca de Reyes fue llamada Galette des Rois.
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En Portugal también nos encontramos con un dulce sumamente parecido. En la cocina lusa, sin embargo, es conocido popularmente con el nombre de Bolo Rei. Esta platillo fue originalmente elaborado y vendido por vez primera en una repostería llamada Nacional de Lisboa en el año 1869. La masa del Bolo Rei lleva uvas, pasas y frutos secos.
La Rosca de Reyes en Portugal se le llama Bolo Rei.
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El roscón de Reyes se come en España. Este es un bollo con forma redonda, elaborado con masa dulce y adornado con rodajas de fruta escarchada y azúcar. Uno de sus ingredientes esenciales es el agua de azahar. En su interior se coloca una “sorpresa”. Además, la tradición cuenta que a quien le toque ésta última deberá pagarlo.
Este platillo es conocido como Roscón de Reyes en España.
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En México la manera de partir la rosca es diferente, pues en el pan se esconden muñequitos de plástico que simboliza al niño Dios. Por lo que, cada quién escoge al azar qué pedazo de rosca quiere. A quienes les salen el niño Dios deben dar tamales el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
Uno de sus ingredientes tradicionales de la Rosca de Reyes en México es el ate y azúcar.
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