Alejandro Magno y las muertes más misteriosas de líderes históricos

Desde la misteriosa muerte de Alejandro Magno hasta la búsqueda de la inmortalidad del emperador Qin Shi. Aquí te contamos las muertes más raras y misteriosas de toda la historia.

Las muertes de líderes icónicos han estado envueltas en dramatismo, tragedias y en circunstancias extraordinarias. Desde la búsqueda de la inmortalidad hasta la casi sobrenatural lucha por sobrevivir, estas muertes no solo marcaron el final de vidas poderosas, sino que también dejaron un legado de interrogantes y curiosidades. A continuación te contamos las muertes más misteriosas de la historia.

La misteriosa muerte de Alejandro Magno

La causa de la muerte de Alejandro Magno es una de las más misteriosas de la historia. Aunque las causas exactas aún no se conocen con certeza, diversas teorías proponen posibilidades extraordinarias.

Alejandro Magno es ampliamente reconocido como uno de los más grandes líderes militares de la historia. Su poderosa ambición lo llevó a forjar un increíble imperio que se extendía desde las tierras de Grecia hasta los confines de Egipto. Durante su vida, ostentó numerosos títulos, por mencionar algunos: Rey de Macedonia, Rey de Persia, Líder de Grecia y hasta Faraón de Egipto.

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Sin embargo, la grandeza de Alejandro fue interrumpida de manera inesperada, un día de junio del año 323 a.C. cayó enfermo en Babilonia. Se han propuesto diversas teorías sobre las causas de su debilitamiento, desde una infección bacteriana hasta un envenenamiento meticulosamente planeado por sus enemigos.

A pesar de su deseo de seguir conquistando nuevos horizontes, Alejandro Magno falleció el 11 de junio, a la temprana edad de 33 años. Hasta el día de hoy, su muerte continúa siendo objeto de debate. Hoy lo recordamos como una leyenda histórica cuyo legado sigue perdurando a través del tiempo.

De emperador a enemigo público, la extravagante muerte de Nerón

Nerón Claudio César fue el quinto emperador del Imperio Romano. En los primeros años de su gobierno, contó con la guía del renombrado filósofo Séneca, lo que dio lugar a una administración moderada y bastante estable. Sin embargo, con el paso del tiempo, Nerón se transformó en un líder autoritario con delirios de grandeza.

Fascinado por las artes y por su propia figura, Nerón no solo ejercía como emperador, sino que también se presentaba en público como músico y actor. Algo escandaloso para un mandatario de su época.

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Para el año 68 d.C., su mala reputación alcanzó tal punto que una conspiración en su contra se gestó. Una en donde incluso sus aliados lo abandonaron. Nerón, se convirtió de la noche a la mañana en un enemigo público.

El 9 de junio, el ex emperador huyó de Roma. Pero, en el exilio, decidió no esperar a ser capturado y optó por suicidarse. Tras contemplar varias formas de hacerlo, eligió la más teatral: cortarse la garganta.

Con la ayuda de su leal secretario Epafrodito, llevó a cabo su plan. Según un soldado que logró presenciar el hecho, sus insólitas últimas palabras fueron: “¡Qué artista muere en mí!».

La misteriosa resistencia de Rasputín

A principios del siglo XX, Grigori Rasputín se había convertido en uno de los personajes más intrigantes e influyentes de la corte rusa. El místico ruso capturó la atención de todos por su gran carisma y su habilidades como sanador.

El último zar de Rusia, Alekséi Nikoláievich, también conocido como Nicolás II, lo consideraba uno de sus más grandes amigos. Por esto mismo, grandes tensiones crecían dentro de los grupos prestigiados del país. A algunos les molestaba la cercanía de Raputín al Zar, ya que representaba un problema para sus propios intereses.

Una noche de diciembre de 1916, Rasputín fue invitado a la lujosa residencia del príncipe Félix Yusúpov. Al llegar, los asistentes le dieron de comer pasteles y vino envenenado. Sin embargo, los mismos conspiradores se quedaron anonadados al ver que el cianuro no le hizo efecto alguno.

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Desesperados, recurrieron a dispararle múltiples veces. Al terminar vieron que ¡Rasputín seguía vivo! Aunque bastante lastimado. Los atacantes entonces, decidieron golpearlo brutalmente y tirarlo al helado río Nevá. Fue ahí donde, a pesar de su lucha por sobrevivir, finalmente murió ahogado.

Su casi sobrenatural manera de sobrevivir lo marcaron como uno de las muertes de líderes más misteriosas de la historia.

La búsqueda de la inmortalidad de Qin Shi Huang

Otro gran relato es el del infame primer emperador de China, Qin Shi Huang. Con tan solo 13 años, ascendió al trono y gobernó uno de los territorios más grandes de oriente.

Su legado es épico por sus enormes contribuciones a la unificación de China. El gobernante autoritario, rígido y obstinado, no solo buscaba unir un imperio, sino que también inició la construcción de lo que hoy es una de las siete maravilla del mundo: la Gran Muralla China.

A pesar de esto, la historia de Qin Shi Huang está marcada por una ironía muy interesante. El gobernante se aventuró a seguir métodos sumamente peligrosos para prolongar su vida. Esta desesperada obsesión por evitar su muerte, lo llevó a su trágico final.

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En sus últimos años ordenó la inalcanzable búsqueda del elixir de la vida. A sus 49 años de edad, bajo esta obsesión, bebió lo que él consideraba una «poción” que contenía la inmortalidad. Lamentablemente, lo único que contenía ese brebaje era mercurio, un elemento químico altamente tóxico. Por consiguiente, su salud se fue deteriorando lentamente, hasta que, en el año 221 a.C., falleció.

Sigue siendo objeto de debate si este líquido fue el que lo llevó a su fin, pero es indudable que Qin Shi Huang encontró su destino final al experimentar con estos métodos peligrosos. Una lección sobre los límites de la ambición y el precio de la inmortalidad.

Estos líderes demostraron que no solo fueron destacados durante sus vidas, sino también al ser parte de las muertes más misteriosas de la historia. Entre misterio y lecciones de vida, es interesante seguir investigando las muertes de figuras históricas como estas.

Este texto fue escrito por Emilio Flores Escalona, periodista comunicólogo apasionado por la reflexión, la política y la cultura. Colabora como redactor en National Geographic en Español.

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