Un amuleto de plata de 1 800 años de antigüedad preservó uno de los textos cristianos más antiguos conocidos hasta la fecha.
Un pequeño amuleto de plata, de apenas 3,5 cm, contiene una inscripción única que lo convierte en una de las evidencias cristianas más antiguas en Europa. Este hallazgo se realizó en 2018, en una tumba romana del siglo III ubicada en el antiguo cementerio «Heilmannstrasse» de Frankfurt-Praunheim, Alemania. Los arqueólogos identificaron el sitio como parte de NIDA, la ciudad romana que precedió a la actual Frankfurt.
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El amuleto cristiano más antiguo
El amuleto, datado entre los años 230 y 270 d.C., estaba colocado bajo la barbilla del esqueleto de un hombre en la tumba número 134 del cementerio. Además, los restos incluían ajuares funerarios como una copa de incienso y una vasija de barro. Este artefacto, conocido como filacteria, probablemente colgó de una cinta alrededor del cuello del fallecido, reflejando su fe cristiana en un período donde esa creencia implicaba riesgos significativos.
La antigüedad del amuleto resulta excepcional, ya que los indicios previos de cristianismo puro al norte de los Alpes son al menos 50 años más recientes. Para descifrar las 18 líneas inscritas en la lámina de plata enrollada, los expertos utilizaron tomografía computarizada. Este método permitió escanear el objeto en alta resolución y crear un modelo 3D, superando las dificultades derivadas de su estado arrugado y prensado.
“El desafío en el análisis fue que la lámina de plata estaba enrollada, pero, por supuesto, después de unos 1 800 años también estaba arrugada y prensada. Usando la tecnología pudimos escanearlo en muy alta resolución y crear un modelo 3D”, destacó en un comunicado el doctor Iván Calandra, responsable del laboratorio de procedimientos de imagen del Centro Arqueológico Leibniz de Maguncia (LEIZA).
La filacteria que preservó este mensaje escrito era un recipiente habitual que las personas llevaban en el cuerpo para guardar contenidos mágicos o, en épocas posteriores, reliquias, con el propósito de proteger al portador. En el siglo III d.C., cuando el cristianismo aún enfrentaba represalias y era un culto en crecimiento, identificarse como cristiano implicaba un riesgo. A pesar de ello, el hombre decidió que su fe era tan importante que la llevó consigo a la tumba.
La importancia del antiguo amuleto
El amuleto destaca por ser puramente cristiano, ya que no contiene referencias a otras creencias. Esta característica es inusual en su época y refuerza su importancia como evidencia del cristianismo primitivo. Según los expertos, la evaluación completa de este hallazgo apenas comienza, ya que el texto presenta formulaciones documentadas varias décadas después de su supuesto origen.
La “Inscripción de Plata de Frankfurt”, como fue bautizada por los investigadores, inicia mencionando a San Tito, discípulo y confidente del apóstol Pablo. Además, incluye invocaciones como “¡Santo, santo, santo!”, una fórmula conocida en la liturgia cristiana desde el siglo IV d.C. Además, el texto menciona una cita casi literal del himno de Cristo en la carta a los Filipenses (Fil. 2, 10-11).
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— Frankfurt am Main (@Stadt_FFM) December 13, 2024
Escrito íntegramente en latín, algo poco común en los amuletos de la época, el texto refleja un nivel de sofisticación inusual. Las inscripciones de los amuletos solían estar escritas en griego o hebreo. Según el doctor Markus Scholz, quien estuvo a cargo del análisis, el texto sugiere que su autor debió ser un escritor altamente capacitado.
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¿Qué decía el mensaje descifrado?
La “Inscripción de Plata de Frankfurt” fue traducida este año del latín al alemán. Los signos de interrogación hacen notar cierta duda sobre el uso de esa palabra.
(¿En nombre?) de San Tito.
¡Santo, santo, santo!
¡En el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios!
El Señor del Mundo resiste todos los ataques(?)/contratiempos(?) con [¿fuerza?].
El dios (?) da entrada al bienestar.
Este medio de salvación (?) protege a la persona que se entrega a la voluntad
del Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ya que ante Jesucristo toda rodilla se dobla: los que están en el cielo, los que están en la tierra y los que están debajo de la tierra, y toda lengua confiesa (a Jesucristo).
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