La Antigua Grecia es principalmente recordada por su impresionante mitología y sus grandes filósofos. Sin embargo, como en cualquier otra sociedad, la vida cotidiana era sumamente importante. Hoy por hoy, uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía griega es el gyro; sin embargo, hace milenios su dieta era mucho menos compleja, pero no necesariamente menos interesante.
De acuerdo con History Cooperative, por más raro que parezca, la dieta de la Antigua Grecia no era particularmente extraña. Como en muchas culturas del mundo, esta solía estar compuesta por tres comidas al día. Consumían principalmente cereales, verduras (aunque eran especialmente caras), frutas, legumbres y mariscos. En cuanto a otros productos proteicos, solían comer principalmente aves de corral y lácteos.
«Otros tipos de carne eran menos comunes que la de aves de corral. Los campesinos más pobres solo podían permitirse criar pollos y patos. Los ricos tenían cerdos, ganado, ovejas y cabras. Pero parece que en muchos casos esto era con fines distintos al consumo de carne», menciona History Cooperative.
Las bebidas predilectas de los antiguos griegos eran el agua y la cerveza. En el desayuno consumían ‘kykeonas’, una bebida de cebada y tomillo (o menta) que -creían- tenía propiedades curativas. Además, también consumían cerveza e hidromiel, pero estas estaban reservadas para eventos especiales.
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En una publicación de su sitio web, el Museo Británico recopila una serie de platillos de la Antigüedad Clásica y ofrece la receta para cada uno de ellos. Ahora, si bien los ingredientes de la gastronomía de la Antigua Grecia no eran especialmente extraños, los platillos sí eran algo más complejo. Por ejemplo, el moretum era básicamente una bola homogénea de queso sazonada con mucho ajo, hierbas y aceite de oliva.
Uno particularmente extraño eran los langostinos glaseados con miel, pues muy probablemente también los preparaban con orégano y salsa de pescado. Otro platillo, no tan peculiar como los anteriores, es el encurtido de aceitunas con aceite, vinagre, cilantro, comino, hinojo y menta. Actualmente, la aceituna sigue siendo uno de los ingredientes más comunes en la gastronomía griega moderna.
«El olivo había estado bajo cultivo en Grecia durante mil años, si no más, cuando se compusieron la Ilíada y la Odisea (alrededor del siglo VIII a.C.). En los banquetes griegos clásicos, las aceitunas se servían en salmuera y, a veces, sin duda, se servían como condimentos, como este», señala el Museo Británico.
Si bien la gastronomía de la Antigua Grecia contaba con algunos platillos peculiares, resulta sorprendente pensar que la dieta -hace más de tres milenios- era relativamente similar a las del mundo actual. Finalmente, la alimentación es un factor primordial para el ser humano y consecuentemente, también un factor común en los momentos más importantes de su historia.
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