Te contamos lo que sabemos de Göbekli Tepe, un lugar del que cada vez hay más conocimiento, pero también nuevas preguntas.
Tal vez no hayas escuchado hablar de este este lugar, pero, siendo honestos, el sitio merece nuestra atención, al menos una vez en la vida. Sí, la principal razón es muy puntual: Göbekli Tepe es, al ubicar su origen en algún punto del año 10.000 a.C., el templo más antiguo del que se tenga conocimiento.
Debido al periodo en que se estima que fue erigido el santuario, las estimaciones lo ubican como perteneciente al Neolítico. Lo mencionado nos sirve para situar, en el tiempo, el nacimiento del recinto. Si buscamos hacer algo similar, pero esta vez con su espacio, es necesario voltear hacia Turquía, específicamente en dirección al sudeste de Anatolia, en lo alto del Monte Germus.
El primer espacio diseñado para lo sagrado
En realidad, este es un conjunto de templos que fueron descubiertos por Klaus Schmidt, un arqueólogo alemán. Sin imaginárselo, el experto había dado con el lugar artificial, de culto, más antiguo descubierto a la fecha.
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La composición de estos templos, que se cree que fueron construidos por poblaciones de cazadores-recolectores, consta de pilares, en forma de T, de hasta 3 metros, situados en redondo. Además, según describe la UNESCO, estos tienen animales salvajes esculpidos, lo que ayuda a aproximarnos a la cosmovisión de los habitantes de la Alta Mesopotamia.
La misma entidad nos explica que Göbekli Tepe debió ser destinado para la ejecución de rituales, probablemente funerarios. A la vez, cabe señalar que los especialistas mencionan que el yacimiento arqueológico tuvo que ser construido por seres humanos que vivieron en un mundo anterior a la escritura, el metal o la cerámica, y en una época en la que los arqueólogos pensaban que la humanidad aún no se había agrupado para rendir culto con sacerdotes y sacrificios.
Göbekli Tepe fue designado por la UNESCO, en 2018, Patrimonio de la Humanidad. El sitio está protegido legalmente por la Ley 2863/1983 de Protección de los Bienes Culturales y Naturales. Sin duda, un lugar inigualable para entender cómo nuestros antepasados pudieron empezar a concebir lo sagrado.
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