La matemática y astrónoma, Hipatia, fue en una de las mujeres más importantes en la historia de Alejandría
Alejandría fue la cuna de muchos pensadores y científicos sobresalientes. Alrededor del año 355 nació Hipatia, quien pasaría a la historia como la primera matemática de la historia de la que existe registro. Su padre, Teón, también fue un reconocido matmático y astrónomo. Consecuentemente, la erudita creció rodeada de un ambiente académico y riguroso que definiría el resto de su vida.
De acuerdo con Britannica, Hipatia se encargó de continuar el legado científico de su padre. Así, a pesar de las condiciones estructurales poco favorables para las mujeres de aquel entonces, se hizo un lugar entre los mejores científicos de la época. Contribuyó a obras matemáticas como los Cónicos de Apolonio de Pérgamo (geometría) y la Aritmética de Diofanto de Alejandría (teoría de números).
«Ella fue, en su época, la principal matemática y astrónoma del mundo, la única mujer para quien se puede hacer tal afirmación. También fue una profesora y conferenciante popular en temas filosóficos de naturaleza menos especializada…», señala Britannica.
La línea de investigación de Hipatia siempre fue similar a la de su padre. Realizó algunos anexos a obras ya existentes y revisó otras más; sin embargo, es altamente probable que varias obras de la matemática se hayan perdido con el tiempo. Aun así, su increíble legado sobrevive después de tantos siglos.
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Su brutal muerte
Si bien la historia recuerda a Hipatia por sus contribuciones científicas, también lo hace por la forma en que murió. Ella tenía una filosofía neoplatonista; entonces, era considerada una mujer pagana. Esto no solo le trajo problemas a la matemática, pues Alejandría ya atravesaba un periodo llenó de manifestaciones sobre la división religiosa en sus habitantes.
El obispo alejandrino Teófilo ordenó la destrucción del Serapeum, un templo greco-egipcio y persiguió a los paganos. Sin embargo, como su buen amigo Sinesio era admirador y discípulo de Hipatia, dejaron a la erudita en paz. Cuando murieron Teófilo y Sinesio, fue asesinada brutalmente por una multitud liderada por el arzobispo Cirilo. Sus restos fueron arrastrados por la ciudad.
El desgarrador final de Hipatia trascendió al igual que sus contribuciones científicas. Finalmente, se convirtió en un ícono del feminismo y las ciencias. Si bien su muerte estuvo marcada por la brutalidad patriarcal y fanática, será recordada por la historia como una mujer que logró ser parte importante de la vida intelectual del mundo, bajo condiciones particularmente difíciles.
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