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“Había decidido efectuar un viaje alrededor del mundo, y como el viento en la mañana del 24 de abril de 1895 era favorable, levé anclas, icé las velas y salí de Boston”, así iniciaba el relato que Joshua Slocum escribió tras circunnavegar la Tierra en su pequeño balandro Spray.
Slocum fue un navegante y aventurero canadiense, célebre por ser la primera persona en dar la vuelta al mundo en solitario. Emprendió esta épica travesía a bordo de un viejo barco pesquero que restauró meticulosamente con sus propias manos. En 1892, adquirió el Spray, una embarcación en desuso, y dedicó más de un año a su renovación, reforzando el casco y ajustando los aparejos hasta dejarla en condiciones para salir al mar.
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El viaje de Slocum comenzó un 24 de abril, cuando zarpó desde Boston. Su ruta lo llevó primero hacia Sudamérica, bordeando el peligroso cabo de Hornos. Luego, cruzó el Atlántico hacia Sudáfrica y navegó por el océano Índico hasta llegar a Australia. Continuó su travesía por el Pacífico, deteniéndose en varias islas antes de cruzar el océano y regresar a Estados Unidos.
A lo largo del viaje, enfrentó numerosas adversidades, incluyendo tormentas y enfermedades, pero su habilidad náutica y su determinación lo mantuvieron firme. Hizo escalas en lugares como Samoa, Australia y Sudáfrica. En cada puerto, aprovechó la oportunidad para reparar el «Spray» y reabastecerse.
Finalmente, el 27 de junio de 1898, después de tres años, dos meses y tres días en el mar, Slocum regresó a Newport, Rhode Island, completando su circunnavegación. Su hazaña lo convirtió en una celebridad mundial y escribió un libro titulado Navegando solo alrededor del mundo, donde relató sus aventuras, y que se convirtió en un clásico de la literatura de viajes. Finalmente, se estableció en una pequeña granja en West Tisbury, en la isla de Martha ‘s Vineyard.
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Después de su histórica vuelta al mundo, Joshua Slocum continuó navegando, a menudo dirigiéndose al sur durante el invierno. Sin embargo, su destino final sigue siendo un misterio. En noviembre de 1909, zarpó en el Spray desde Vineyard Haven con rumbo al Caribe y nunca más se supo de él. El sábado 11 de septiembre de 1909, el diario Fairhaven Star informó que no se había recibido ninguna noticia suya desde su partida.
Casi un año después, el 30 de junio de 1910 el mismo medio imprimió una actualización en la que decía que «su familia había perdido toda esperanza de volver a saber de él». Se presume que el navegante pereció en el mar, aunque las circunstancias exactas de su desaparición siguen siendo desconocidas. Fue declarado muerto oficialmente hasta 1924.
«Para mí, siempre que el barco navegó, los días transcurrieron felizmente», así concluyó el histórico navegante el relato de su hazaña, que sólo fue igualada hasta 1938 por Louis Bernicott.
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