Los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, celebrados en 1896 en Atenas, revivieron la tradición deportiva de la antigua Grecia.
La gloria olímpica fue interrumpida por 1,500 años hasta abril de 1896, cuando se organizaron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna. Las competencias de la antigua Grecia fueron prohibidas por el emperador romano Teodosio I en el año 393 d.C. Él argumentó motivos religiosos, afirmando que promovía el paganismo.
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Los primeros Juegos Olímpicos de Atenas 1896
Los Juegos Olímpicos celebrados en 1896 en Atenas, Grecia, fueron el resultado de una propuesta ambiciosa para revivir la tradición deportiva de la antigua Grecia. El francés Pierre de Coubertin, fue el principal impulsor de esta idea y la organización fue un desafío monumental, pero finalmente, con el apoyo del Comité Olímpico Internacional, fundado dos años atrás en la Sorbona de París, se logró.
Hasta el país europeo llegaron unos 280 atletas, todos hombres, procedentes de 12 países, según la enciclopedia Britannica. Los deportistas aficionados compitieron, entre el 6 y el 15 de abril, en 43 eventos que abarcaron nueve deportes: atletismo, ciclismo, esgrima, gimnasia, halterofilia, lucha, natación, tenis y tiro. Se dice que dos eventos de equipos, cricket y fútbol, fueron cancelados porque no llegaron competidores para estas divisiones.
En esa primera edición también inició una tradición que perdura hasta nuestros días: la ceremonia inaugural. El estadio Panatenaico, donde se realizaron los primeros juegos antiguos de la historia, fue reconstruido en menos de veinte meses por 600 trabajadores. El día de la inauguración, 80,000 espectadores llenaron el lugar y la familia real de Grecia fue la anfitriona, con un evento que incluyó una procesión de antorchas y representaciones de la historia y obras maestras dramáticas. El evento fue descrito por los medios como “una reunión de proporciones verdaderamente homéricas».
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Medallas de plata como símbolo de gloria
En esa primera edición hubo destacadas actuaciones como la del estadounidense James Connolly, quien ganó el primer evento olímpico moderno en el salto triple. En la competición de esgrima, el griego Leonidas Pyrgos se alzó con la victoria, mientras que el alemán Carl Schuhmann dominó la gimnasia, llevándose varias medallas de oro. Además, en natación, el húngaro Alfréd Hajós destacó al ganar dos medallas de oro en las pruebas de 100 metros y 1,200 metros libres.
Los premios para los ganadores fueron simbólicos. Los campeones recibieron una corona de laurel, una medalla de plata y un diploma. Para los segundos, la medalla fue de bronce, mientras que los terceros lugares no figuraban en la premiación.
Los Juegos Olímpicos de 1896 culminaron con el evento estrella hasta nuestros días: la maratón. La carrera, ideada por el francés Michel Bréal, siguió la legendaria ruta de Filípides, un corredor griego que, según la mitología, fue enviado desde la llanura de Maratón a Atenas para anunciar la derrota del ejército persa invasor en el año 490 a.C. El griego Spiridon Louis emocionó a la multitud al ganar la carrera y convertirse en un héroe nacional.
Las primeras atletas compitieron hasta París
París organizó los segundos Juegos Olímpicos en 1900. Esta fue la primera vez que las mujeres compitieron. Charlotte Cooper fue la primera campeona olímpica, la tenista británica había ganado cinco veces Wimbledon antes de competir en los juegos. En ese entonces, participaron 22 mujeres de un total de 997 deportistas. Ellas compitieron en tenis, vela, croquet, pruebas ecuestres y golf.
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