El ancestral reino de Kush
Situado en el norte de África, el reino de Kush se estableció en el valle del Río Nilo, el territorio actual de Sudán. No solo representa a uno de los reinos e imperios más poderosos del continente, sino también a uno de los más longevos. De acuerdo con la Universidad del Rosario, el reino pertenecía a una de las dos regiones en las que se dividía la antigua Nubia y desde el año 3100 a.C. llamó la atención de los egipcios.
Inevitablemente los kushitas bebieron mucho de Egipto. Entre 1971 y 1928 a.C. el reino de Kush fue conquistado por Egipto a manos del faraón Sesostris I; sin embargo, un par de siglos después, los egipcios perdieron el control de la región. Los nubios y kushitas lograron destruir los establecimientos de Egipto y fundaron Kerma, la primera capital del reino de Kush. Después Napata y la reconocida Meroe la reemplazarían.
«Expulsados los hicsos del norte del Valle de Egipto, la XVIII Dinastía reinició la ocupación de Nubia. Ya bajo Amenhotep I (aprox. 1527-1506 a.C.), segundo faraón de la Dinastía, se creó el cargo de “virrey de Kush”, quién, con residencia oficial en Aniba, administraba la región y sólo respondía ante el faraón» señala la Universidad del Rosario.
Aunque Egipto volvió a tener poder sobre los territorios nubios, no fue para siempre. Algunos movimientos separatistas después del año 1074 a.C. terminaron dividiendo al Imperio egipcio en distintos reinos independientes. Durante dos siglos Nubia vivió una situación un tanto incierta hasta que el rey Alara unificó la región entre 775 y 760 a.C.
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El enfrentamiento kushita contra el Imperio romano
Con decenas de siglos a sus espaldas el reino de Kush atravesó cientos de reformas políticas y acontecimientos históricos. Entre ellos, su enfrentamiento con el Imperio romano con Amanirena a la cabeza, la reina kushita entre los años 40 y 10 a.C. Según Estrabón, el antiguo geógrafo e historiador, fueron los africanos quienes comenzaron campañas ofensivas contra una provincia romana en Egipto.
Egipto se había rendido ante Roma; sin embargo, en el año 25 a.C. los kushitas quisieron aprovechar que los del mediterráneo habían abandonado los territorios egipcios para conquistar una parte de ellos. Con un ejército de 30,000 hombres saquearon Elefantina y esclavizaron a la población. Poco después, el Imperio romano buscó cobrar su venganza con el gobernador de Egipto, Petronio, al mando.
El gobernador organizó un ejército con menos de diez mil infantes y ochocientos de caballería, mucho más pequeño que el de los nubios. Sin embargo, logró obligarlos a huir y a devolver lo que habían saqueado. También impuso a los kushitas una disputa bélica que logró ganar fácilmente. Los nubios no consiguieron defender exitosamente sus tierras, perdiendo sitios importantes como la fortaleza de Premnis.
El ejército romano logró tomar Napata, la segunda capital del reino de Kush que era gobernada por el hijo de Amanirena. Petronio regresó a Egipto dejando a algunos de sus hombres en Nubia y envió aproximaamebte 1,000 esclavos al emperador. Finalmente, la reina kushita recuperó Premnis y la paz de los suyos gracias a un trato en el que le otorgó a los romanos el territorio nubio hasta la segunda catarata del Nilo.
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