Los entierros en la Pirámide de la Luna no eran de gobernantes teotihuacanos. Por el contrario, podrían ser prisioneros de guerra mayas.
Aves rapaces, pumas y serpientes de cascabel: todas especies dedicadas a la guerra se encontraron en 5 entierros al interior de la Pirámide de la Luna, una de las estructuras principales del complejo de Teotihuacan. Ubicado en el Estado de México, era el centro ceremonial más importante del centro del país. De hecho, se le conocía como la Ciudad de los Dioses, por la magnificencia de sus calzadas, templos y conjuntos ceremoniales.
De acuerdo con Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama, los investigadores que lideraron la excavación, los entierros hallados en la Pirámide de la Luna pertenecieron a ‘forasteros’. Lo más probable, por las características de las tumbas, es que hayan sido sacrificados ceremonialmente. Esto fue lo que encontraron.
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¿Quiénes fueron los personajes enterrados en la Pirámide de la Luna?
El equipo de investigación determinó que los entierros al interior de la Pirámide de la Luna se dedicaron a personajes de una élite en el poder. Seguramente, fueron cautivos de guerra tras algún intento de invasión a la Ciudad de los Dioses. De hecho, parece ser que se capturaron en etapas diferentes de construcción de la pirámide.
«A diferencia de la Pirámide del Sol, la de la Luna fue producto de por lo menos siete etapas constructivas«, documenta Arqueología mexicana. En cada etapa, explica la revista, se hicieron ampliaciones a las recámaras funerarias. En algunos casos, incluso se han identificado ricas ofrendas —ornamentadas con jade— y rituales dedicados a personajes específicos.
Ése parece ser el caso de los 5 entierros encontrados recientemente en la Pirámide de la Luna. En uno de ellos, se encontró al personaje sentado como en ‘flor de loto’. Sobre todo en el mundo maya, esta posición era exclusiva de gobernantes de altísimo mando. Por ello, los investigadores piensan que antiguamente fue el dirigente de alguna civilización invasora.
Cráneos de animales salvajes y cuchillos de obsidiana
En ese mismo espacio, reportan las autoridades, se encontraron 15 cráneos de lobo, 3 de puma y uno de jaguar. Asimismo, los investigadores identificaron 4 esqueletos humanos de entre 15 y 35 años, con las manos atadas a la espalda. Otro de los entierros en la Pirámide de la Luna contenía varios cuchillos de obsidiana, la piedra volcánica sagrada de los teotihuacanos.
Así como otras grandes urbes mesoamericanas, documenta el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Teotihuacan se rigió por una teocracia militar. En este caso, monoteísta. Por ello, no sería extraño pensar en que los dirigentes extranjeros enterrados en la Pirámide de la Luna fueron víctimas de sacrificios humanos.
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