Un grupo de arqueólogos encontró la cabeza de una estatua de Ramsés II. La parte inferior fue hallada hace casi cien años.
Hace casi un siglo, en 1930, una expedición descubrió la mitad inferior de una estatua que se pensó, desde aquel momento, que era en honor al tercer faraón de la Dinastía XIX de Egipto. Ahora, se completa la historia de aquel hallazgo, gracias al trabajo de una misión egipcio-estadounidense que volvió a las inmediaciones de la ciudad de Menia, Egipto, la zona donde fue desenterrada la primera parte de la figura. Así es, este grupo de arqueólogos dio con la parte faltante de la estatua: la cabeza de, efectivamente, Ramsés II.
Esta pieza que acaba de ser hallada corresponde a la cabeza, los hombros y la parte superior del torso del faraón. En total, suma 3,8 metros de altura. Sin embargo, para no dejar duda alguna de su relación con el descubrimiento de 1930, se realizaron escaneos del bloque de piedra caliza, mismos que sí han confirmado que forma parte de la estatua.
Crece la esperanza de seguir desenterrando los secretos de Egipto
De acuerdo con The National, el faraón lleva la doble corona que indica su dominio sobre los reinos del Alto y Bajo Egipto. En la parte frontal de esta se puede ver una cobra, símbolo de la realeza.
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Tomando las medidas de la parte inferior y la superior, los autores del hallazgo calculan que la estatua llega fácilmente a los 7 metros de altura.
Es importante señalar que, aunque este descubrimiento es sumamente valioso para seguir reconstruyendo el Antiguo Egipto, los arqueólogos no estaban buscando esta pieza. Por el contrario, su intención era encontrar un complejo religioso que se cree que data de la época del Nuevo Reino de Egipto (1550-1070 a.C.), antes de derrumbarse durante el dominio romano siglos después.
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«Aunque no hemos encontrado el complejo que buscábamos en un principio, una estatua de tal importancia es señal de que estamos excavando en el lugar adecuado«, declaró a The Nationa Adel Okasha, responsable de antigüedades que supervisó la excavación.
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