Un grupo de arqueólogos logró demostrar que en la época romana se consumía el beleño negro, una planta con efectos psicoactivos.
En 2017 se realizaron excavaciones en Houten-Castellum, un asentamiento de la época romana ubicado en los Países Bajos. Ahí, los arqueólogos encontraron un fémur de cabra u oveja, en cuyo interior había semillas de beleño negro, una planta venenosa y con fuertes efectos psicoactivos.
Tras casi siete años del hallazgo, un estudio más amplio sobre este se publicó en la revista Antiquity. En el trabajo, Maaike Groot, zooarqueóloga de la Universidad Libre de Berlín (Alemania), y su equipo analizaron el caso, pues no es la primera vez que este tipo de semillas se encuentran en yacimientos arqueológicos.
Evidencia inequívoca
A lo largo y ancho de Europa se han descubierto restos acompañados de semillas similares. No obstante, el misterio está en si beleño negro se presenta por motivo de algún efecto natural o si fue utilizado por los antiguos pobladores de la Tierra.
Te puede interesar: La Tumba de Cerbero: el nuevo descubrimiento arqueológico romano
El estudio ahondó más en el tema, presentando comparaciones de casos anteriores con el actual para determinar si la semilla puede terminar de forma natural en los yacimientos que están cerca de lugares donde abunda la planta.
Al parecer en esas veces pasadas sí podría argumentarse que las semillas terminaron en los lugares sin intervención humana, sin embargo, el descubrimiento de 2017 sería el primero en servir como evidencia de que esta planta se usó durante la época romana.
Te puede interesar. Colossal Biosciences, la empresa que quiere resucitar animales extintos
En suma, los investigadores concluyeron que las semillas de beleño se almacenaron deliberadamente en el hueso, dando con ello una prueba inequívoca de que la gente de aquella época utilizaba la planta psicoactiva.
Sigue leyendo:
Cleopatra y Marco Antonio, el trágico romance que sepultó una de las alianza políticas más poderosas
Revelan que las devastadoras plagas en la antigua Roma fueron causadas por olas de frío
Ésta es la historia de Agripina, la poderosa emperatriz que dominó Roma
De Darwin, cruceros y tortugas