El primer beso de la historia fue el inicio de una muestra de afecto que trascendería por años y existen evidencias milenarias al respecto.
El beso es probablemente la muestra de amor más popular en la historia. No es casualidad que en la gran mayoría de novelas o películas alguna pareja de personajes se bese -por lo menos- una vez. Los orígenes de esta forma de cariño se remontan a milenios atrás. Por ello, resulta imposible dar con las raíces del beso; sin embargo, es posible llegar al primer beso de la historia del que existe un registro.
De acuerdo con The New York Times, un matrimonio de arqueólogos llamados Sophie y Troels se encargó de definir cuándo empezó la humanidad a besarse. Si bien existían estudios que posicionaban al primer beso de la historia fue en el Sur de Asia hacia 1500 a.C, Troels recordaba relatos más antiguos (escritos en sumerio o acadio) que mencionaban un beso.
«Su investigación dio como resultado un comentario publicado recientemente en la revista Science que retrasó 1,000 años la documentación más antigua sobre los besos y trastocó la hipótesis de que las personas de una región específica fueron las primeras en besarse y contarlo», señala The New York Times.
La pareja danesa logró confirmar que el beso es más antiguo de lo que se creía. Además, señalan que los besos no surgieron en un solo lugar y luego se expandieron, sino que habría estado presente en distintas culturas. Esto, por lo menos, desde el tercer milenio antes de la era común. En aquel entonces, besar ya era una parte fundamental en las relaciones mediorientales.
Te sugerimos: La idea de amor platónico se inventó hace 2,400 años (y seguimos creyendo en ella)
Las evidencias arqueológicas
Troels y Sophie acudieron al Cilindro de Barton como su principal evidencia. Según ellos, esta antigua tablilla en sumerio de 2400 a.C, es -hasta ahora- la muestra más antigua de un beso. Esta reliquia narra el mito sumerio de la creación y cuenta como una deidad masculina tiene relaciones sexuales con la diosa madre Ninhursag. Antes de plantar la semilla de “siete deidades gemelas” en su útero, la besa.
Por otra parte, los registros indican que los asirios solo se besaban una vez habían terminado sus relaciones sexuales. Sin embargo, las investigaciones más recientes indican que los besos no solían ser muy distintos a como son ahora. Incluso milenios atras, estos podían encajar en dos categorías muy específicas: una «paternal-amigable» y la otra «sexual-romántico».
Probablemente el primer beso de la historia sea aún más antiguo. Un indicio de ello es que otras especies relativamente cercanas al ser humano, como los chimpancés, también se besan. Finalmente, aunque resulte imposible acceder a la primera pareja de la historia que se besó, queda especular al respecto y seguir investigando para acercarnos a ella.
Sigue leyendo:
El amor desde la ciencia: cómo se manifiesta este sentimiento en el cerebro humano
¿Existe el amor a primera vista? Esto dice la ciencia