«Aunque no hubo contacto entre Japón y Gran Bretaña en la prehistoria», documenta English Heritage, «existen paralelos sorprendentes entre ellos«. Tal es el caso del sitio de Isetodai, erigido en la campiña japonesa, con cientos círculos de piedra ceremoniales construidos por la cultura Jomon, desperdigados en el archipiélago asiático.
Así como sucede con los ‘henges’ británicos, el conjunto de Isetodai son piedras verticales acomodadas en círculo intencionalmente. Muchas de ellas se concentran en la isla de Hokkaido y en Nagano. A pesar de que han sido ampliamente documentados a lo largo del país, todavía no existen certezas sobre su uso original. Ésta es la razón.
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Según los registros de la UNESCO, el conjunto de Isetodai cuenta con al menos 17 sitios arqueológicos prehistóricos al sur de Hokkaido. Enmarcados por las montañas, llanuras y colinas del campo, se sabe que fueron empleados durante al menos 10 mil años por la cultura Jomon.
Se sabe que los pobladores de estos asentamientos fueron preagrícolas, pero sedentarios. Y lo que es más: pergeñaron un complejo sistema de creencias y rituales espirituales. Muchos de ellos, ligados a la naturaleza y a los ciclos astronómicos —tal y como pasó en Stonehenge:
«Da fe del surgimiento, desarrollo, madurez y adaptabilidad a los cambios ambientales de una sociedad sedentaria de cazadores-pescadores-recolectores», explica la institución.
Las expresiones de espiritualidad de la cultura Jomon se manifestaron con vasijas lacadas, tablillas de arcilla impresas con pies humanos y figurillas con ‘ojos saltones’, con las describe la UNESCO, tras catalogar al sitio como Patrimonio de la Humanidad en 2021. Por su parte, los círculos de piedra en Isetodai alcanzan diámetros de hasta 50 metros, lo que «atestigua el raro y muy temprano desarrollo del sedentarismo preagrícola«.
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Aunque el sitio de Isetodai está rodeado todavía por un halo de misterio, los arqueólogos japoneses aseguran que se construyó hace 4 mil años —alrededor del mismo tiempo que Stonehenge alcanzaba su auge. Además de los círculos de piedra colosales, se han encontrado «rastros de edificios» prehistóricos, según los describe el portal oficial del yacimiento.
En el mismo espacio, se han encontrado alrededor de 200 figurillas de arcilla. Los investigadores piensan que se usaron como ídolos, empleados durante las ceremonias prehistóricas para la adoración de los elementos y fenómenos naturales.
Por su parte, Japón. Por las similitudes entre ambos desarrollos prehistóricos, los científicos piensan que los megalitos verticales fueron empleados como calendarios solares, para regir la agricultura. El hecho de que otros sitios en el país estén alineados con los dos solsticios del año fortalece esta hipótesis.
En la actualidad, todos estos elementos se pueden ver en el Museo Isetodai. La institución ofrece caminadas guiadas a través de los círculos de piedra, así como una colección curada con todos los artículos milenarios que se han excavado en el sitio.
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