La historia de la vestimenta de las brujas se remonta a la Europa medieval. En ese entonces, una serie de prejuicios fueron forjando el prototipo de estos seres “aterradores”.
El arquetipo de la bruja que vuela en una escoba, lanza una carcajada escalofriante y prepara pociones en un caldero es, tal vez, una de las imágenes más populares cuando se trata de relatos aterradores. Esta representación antiquísima asociada con las mujeres, ha sido reproducida en ilustraciones, libros, películas y series. La historia de la vestimenta de las brujas se ha escrito durante siglos.
La construcción de esta imagen tal como la conocemos es un resultado directo de los prejuicios que durante la época medieval se tuvo sobre los judíos, las mujeres alewives y las herbolarias. La ropa negra, el sombrero puntiagudo y las escobas, fueron elementos asociados a diversos grupos.
Te sugerimos: Vlad el Empalador: el drácula original en el que se inspiran mitos y leyendas
La historia detrás de la vestimenta de las brujas
Según Yvonne Owens, profesora de Historia del Arte y Estudios Críticos en el Victoria College of Art, las representaciones europeas de la bruja tienen sus raíces en una extensa serie de mitos relacionados con los judíos, las mujeres y las personas consideradas herejes.
En la edad media, los sombreros puntiagudos se asociaban con las personas judías. Los prejuicios de entonces hacia esta comunidad se entrelazan con la historia de la inquisición, un período de persecución religiosa en Europa. En ese tiempo, muchas personas, incluyendo mujeres judías, fueron acusadas de brujería y perseguidas. Las acusaciones se basaban en estereotipos, lo que contribuyó a la imagen de las brujas.
Los judíos estaban tan vinculados a las acusaciones de actividades satánicas y herejes que en 1431, en Hungría, se promulgó una ley que obligaba que quienes fueran acusados de brujería vistieran «sombreros judíos con visera».
“La interpretación de los judíos como gobernados por Saturno, melancólicos, flemáticos, y fisiológicamente tóxicos contribuyeron mucho a los debates sobre las brujas. Clasificados según cifras similares de “contaminación”, los judíos y las brujas fueron sometidos a procedimientos judiciales similares y sufrieron “limpiezas”, pruebas y torturas comparables a manos de la Inquisición”, menciona un extracto de una de las publicación de Owens.
El origen de los vuelos en escobas
En la Europa medieval, se creía que las brujas establecían pactos con el diablo, cometían actos de bestialidad y que se alimentaban de recién nacidos.
La imagen icónica de las brujas en vestimenta oscura y sombreros puntiagudos se remonta a ese entonces, cuando las ropas negras eran comunes entre las campesinas y curanderas. Estas mujeres, a menudo, eran señaladas como brujas debido a su conexión con la herbolaria y la curación natural.
La escoba como atributo de las brujas tiene múltiples teorías de origen. Una de ellas se relaciona con antiguas prácticas paganas en las que las escobas se usaban para «volar» espiritualmente en rituales. También existe la creencia de que mujeres y hombres ungían palos de escoba con ungüentos alucinógenos y se frotaban con ellos, lo que podría haber dado lugar a la idea de que volaban.
También puedes leer: ¿Por qué los doctores usaban estas máscaras puntiagudas durante la peste?
«Aquí vive una bruja cervecera»
Las alewife también desempeñaron un papel en la vestimenta de las brujas. Estas mujeres, que solían elaborar cerveza casera en la edad media, fueron representadas con grandes calderos y por su ocupación también se les vinculó con maleficios y prácticas paganas.
Ellas usaban una versión más alta y oscura del tradicional sombrero “henin” de la época, así lo resignificaron y usaron como símbolo de su labor. Este distintivo les permitía destacarse en mercados y festivales, para ser fácilmente reconocibles. También se cree que en sus casas solían colocar un cartel pegado a un palo de escoba con la leyenda: Aquí vive una bruja cervecera.
Todos estos elementos fueron recogidos en una de las representaciones más populares en la historia de la vestimenta de las brujas. El Mago de Oz (1900) y su adaptación cinematográfica de 1939 desempeñaron un papel significativo en la consolidación del sombrero alto y puntiagudo como el atuendo característico de la Malvada Bruja del Oeste.
Sigue leyendo:
Samhain: La celebración celta que recibía a los espíritus y dio origen al Halloween
Desentierran cadáver de un niño vampiro con un candado en el tobillo
Conoce la triste historia del verdadero «Jorobado de Notre Dame»
Descubren cuáles eran las ‘bestias submarinas’ que atemorizaban a los navegantes medievales
La peor pandemia de la Edad Media se originó en Asia Central, sugiere un nuevo estudio