La cultura tartésica fue olvidada hasta el descubrimiento de sus tesoros
La historia y la tradición oral han convertido a Tartessos en una ciudad repleta de misterios y teorías que giran alrededor de sus tesoros. La cultura tartésica se ubicó en el suroeste de la península ibérica y se desarrolló entre los siglos VIII y V a.C., convirtiéndose eventualmente en un sitio cargado por el interés de arqueólogos e historiadores.
Aunque las historias sobre ciudades llenas de riquezas suelen prevalecer por mucho tiempo en las discusiones arqueológicas, la de Tartessos no fue el caso. No fue hasta 1958 que el hallazgo del Tesoro del Carambolo le devolvió a la cultura tartésica su lugar en la memoria colectiva.
Entre las reliquias descubiertas en Andalucía se hallaron diversas piezas de oro, pero sobre todo se destapó la oportunidad de seguir conociendo a Tartessos. En una entrevista con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), la arqueóloga Esther Rodríguez, declaró que actualmente la cultura tartésica vive su edad dorada, pues el interés por ella ha crecido exponencialmente.
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Los orígenes de Tartessos
Ubicada principalmente en las ahora provincias de España, Sevilla, Huelva y Cádiz, Tartessos fue el hogar de una de las primeras civilizaciones occidentales. Según los registros arqueológicos, la cultura tartésica parte de los primeros contactos de las civilizaciones orientales en Occidente, fundamentalmente de los fenicios.
«Los fenicios fundaron sus colonias occidentales a finales del siglo IX a.C. Así, podríamos resumir que Tarteso es el resultado de la simbiosis entre lo oriental, mediterráneo, y lo local, de raíz atlántica», menciona Rodríguez para el CSIC.
Ahora, a pesar de haberse alejado de la mirada pública, ya existían rumores y registros históricos sobre Tartessos. Por ejemplo, en la biblia se menciona un par de veces una ciudad llamada Tarsis, descrita como un punto comercial importante, que probablemente representaría el sitio donde nació y se desarrolló la cultura tartésica.
Asimismo, incluso antes que la biblia, otros escritores mencionaron a Tartessos. En el siglo IV a.C., el historiador griego Éforo de Cime también describió a la ciudad como un importante sitio comercial.
El final de la cultura tartésica y su segunda vida
Si bien no está del todo claro cómo y cuándo desapareció Tartessos, Esther Rodríguez en su libro El final de Tarteso. Arqueología Protohistórica del Valle Medio del Guadiana sugiere que probablemente una crisis climática acabó con la cultura tartésica. Esto fundamentado en que, gracias a los registros arqueológicos, se ha demostrado la existencia de inundaciones que dañaron sus construcciones.
Además, no se han hallado indicios que sugieran que el final de Tartessos estuviera asociado a un conflicto bélico. Las construcciones relativas a la civilización tartésica fueron clausuradas y sus tesoros escondidos, probablemente por ellos mismos.
Finalmente, aunque aún quede mucho por descubrir sobre la historia de Tartessos y sus valores culturales, el descubrimiento de los tesoros le ha otorgado la oportunidad de seguir creciendo, ahora, en el imaginario histórico.
«No todo se lo debemos a los romanos, sino que muchas sociedades que los precedieron, entre la Prehistoria y la Edad del Hierro, son protagonistas y causantes de muchos de los elementos y aspectos que hoy nos acompañan en nuestro día a día», agrega Rodríguez en su entrevista con el CSIC haciendo referencia a Tartessos.
Este texto fue escrito por Iñaki Arriola, periodista mexicano interesado en la cultura urbana, el arte y su convivencia con la naturaleza. Colabora como redactor en National Geographic en Español.
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