El primer país en aprobar el voto femenino fue Nueva Zelanda en 1893. Sin embargo, pasaron varias décadas antes de que este derecho fuera reconocido en Latinoamérica.
Ir a las urnas y hacer efectivo el voto para influir en la política y democracia de sus países es una facultad de millones de mujeres en el mundo y Latinoamérica. El derecho al voto de las mujeres ha sido una conquista histórica en la lucha por la equidad de género. Durante siglos, ellas fueron excluidas de los procesos electorales y toma de decisiones, pero hoy se consideran fundamentales en las democracias modernas.
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Las sufragistas y el derecho al voto de las mujeres
Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, las sufragistas emprendieron una intensa campaña para asegurar que las mujeres pudieran participar en las decisiones políticas. Este movimiento, caracterizado por manifestaciones, escritos y actos de desobediencia civil, fue crucial para cambiar las percepciones públicas y las leyes en numerosos países.
El primer país en aprobar el voto femenino fue Nueva Zelanda en 1893, seguido por Australia en 1902 y Finlandia en 1906. Estos hitos históricos inspiraron a otros países a seguir el mismo camino, aunque el proceso enfrentó una considerable oposición.
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Las ecuatorianas, las primeras en votar
En América Latina, el avance también fue desigual, pero con el tiempo, varias naciones reconocieron la facultad de las mujeres a decidir sobre el futuro de sus naciones. La lucha por el voto femenino vio los primeros frutos más de 30 años después de que Nueva Zelanda integrara a las mujeres a la vida política.
Ecuador se convirtió en el primer país de la región en otorgar el derecho al voto a las mujeres en 1929. La Constitución de 1897 de ese país no establecía restricciones de género para votar, amparada en esto Matilde Hidalgo pidió ser empadronada y ejerció su derecho el 10 de mayo de 1924. Cinco años después, todas las mujeres mayores de 21 años fueron reconocidas como ciudadanas.
Brasil aprobó el sufragio femenino en 1932, seguido por Uruguay que lo aprobó ese mismo año, pero se hizo efectivo hasta las elecciones generales de 1938. Otros países de la región, como República Dominicana y Argentina, permitieron el voto femenino en 1942 y 1947, respectivamente, mientras que Chile lo hizo en 1949.
En México, las mujeres obtuvieron el derecho a votar hasta 1953, tras años de lucha y activismo por parte de organizaciones feministas y sufragistas. En 1952, más de 20,000 mujeres se congregaron en el Parque 18 de marzo en la capital para exigir al presidente Adolfo Ruiz Cortines cumplir su promesa de campaña: incluir en la Constitución el derecho al voto y a ser electas. Finalmente, el 17 de octubre del siguiente año, el Congreso aprobó esta reforma histórica.
Países donde las mujeres aún no pueden votar
A pesar de los avances logrados, en algunas partes del mundo las mujeres aún no pueden ejercer su derecho al voto. En países como Arabia Saudita, aunque las mujeres obtuvieron el derecho a votar en 2015, su participación sigue siendo limitada por diversas restricciones sociales y legales. En otros lugares como Brunéi y Qatar, las mujeres no tienen derecho a voto en las elecciones nacionales.
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