Estudio revela la tendencia histórica de la violencia en Medio Oriente durante el periodo preclásico.
La revista Nature Human Behaviour publicó un estudio sobre el desarrollo de la violencia en las sociedades mediorentales tempranas. La investigación se realizó a partir del análisis de 3,549 esqueletos que datan desde el Mesolítico hasta el comienzo de la Antiguedad Clásica, es decir alrededor del 12,000 hasta el 400 a.C.
Joerg Baten, Giacomo Benati y Arkadiusz Soltysiak, los académicos a cargo de la investigación, contaron con miles de restos óseos procedentes de siete países del Medio Oriente: Turquía, Irak, Irán, Siria, Líbano, Israel y Jordania.
«El Medio Oriente preclásico es clave para nuestro ejercicio porque nos permite estudiar las tendencias de violencia a lo largo de varias transformaciones históricas cruciales. La transición de la recolección a la agricultura, la Revolución Urbana, el surgimiento de estados agrarios y su evolución hasta imperios universalistas, el globalismo, y así sucesivamente…», declara el reporte.
La violencia en las diferentes etapas analizadas fue determinada a través de la proporción de huesos dañados con traumatismos por armas en cada época. También se tuvieron en cuenta otros materiales ya publicados sobre heridas por armas en el Medio Oriente.
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Los resultados
El estudio dividió sus muestras en seis épocas: el Mesolítico/Neolítico (alrededor de 12,000–4,500 a.C.), el Calcolítico (4,500–3,300 a.C.), la Edad del Bronce Antigua (3,300–2,000 a.C.), la Edad del Bronce Media (2,000–1,550 a.C.), la Edad del Bronce Tardía (1,550–1,200 a.C.) y la Edad del Hierro (1,200–400 a.C.).
Tras haber realizado las investigaciones pertinentes, se determinó que el periodo más violento fue el Calcolítico. Después, la violencia habría disminuído en las primeras Edades de Bronce para eventualmente repuntar en la Edad de Bronce Tardía y la Edad de Hierro.
«Los resultados sugieren que hubo un alto nivel de violencia en el período Calcolítico y niveles elevados durante la Edad del Hierro. En las pruebas estadísticas, observamos que las diferencias entre el Neolítico y el Calcolítico son estadísticamente significativas», afirma el estudio.
Su interpretación
Para los investigadores no resultó especialmente sorprendente que el Calcolítico (4,500–3,300 a.C.) fuera la época más violenta, pues coincide con la creación de los primeros protoestados. Es decir, en esta etapa los conflictos pasaron de solo ocurrir ocasionalmente a convertirse en efrentamientos a gran escala mejor organizados.
Asimismo la Edad de Hierro (1,200–400 a.C.) atravesó un problemático escenario que la posicionó como la segunda época más violenta según el estudio. Medio Oriente padecía una prolongada sequía de 300 años, un desabasto de recursos y la desolución de algunos estados. Ademas potencias como el Imperio Asirio se fortalecían con estrategias militares particularmente violentas.
Por otra parte, la tendencia a la baja durante las primeras Edades de Bronce se explica por la inmadurez militar de los protoestados, el inicio de las soluciones jurídicas y el punto más alto de los acuerdos comerciales.
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La utilidad del estudio
Además de enriquecer el conocimiento histórico sobre Medio Oriente, el estudio plantea una serie de discusiones al rededor de la violencia. Las resultados sugieren que existieron ciertos factores que tuvieron el potencial suficiente para aumentar o disminuir la cantidad de actos violentos en los territorios mediorentales.
«Estos hallazgos no solo son útiles para establecer una base empírica en la historia de la violencia en el Medio Oriente preclásico. También informan a los debates en antropología, arqueología y ciencias sociales sobre la relación entre el conflicto y la formación de estados», señala el reporte.
Según el estudio las tendencias violentas al alza son el resultado de políticas con poder extractivo, las incesables luchas por recursos y el acceso a armas. Finalmente la investigación demuestra su utilidad confirmando que el aumento de la violencia está estrechamente relacionado con la creación de estados y se convierte en una herramienta más para conocer mejor la historia de Medio Oriente.
Este texto fue escrito por Iñaki Arriola, periodista mexicano interesado en la cultura urbana, el arte y su convivencia con la naturaleza. Colabora como redactor en National Geographic en Español.
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