A manera de cortesía con otras élites distinguidas, los mayas regalaban monos araña a sus aliados políticos. Esto es lo que sabemos.
En México, no hay lugar a dudas: los mayas tuvieron una rica relación comercial, política y cultural con la civilización teotihuacana. Aunque los primeros se encontraban en la Península de Yucatán, mientras que los últimos, en la meseta central del país, construyeron un diálogo diverso y fructífero para ambas partes. Incluso, se tenían cortesías peculiares: los mayas le regalaban monos araña a sus aliados en Teotihuacan, la mítica Ciudad de los Dioses.
Este tipo de ‘detalles políticos’ se dieron a conoce recientemente, cuando un equipo de arqueólogos encontró los restos de un primate sacrificado a las afueras de la actual Ciudad de México. Según la datación realizada, los huesos tienen al menos 1,700 años, alrededor de la misma época en la que florecieron las relaciones exteriores entre ambos pueblos. Esto es lo que sabemos.
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¿Qué hacen los restos de un mono araña en la Ciudad de los Dioses?
Los monos araña (Ateles geoffroyi) no florecen en la meseta central de México. Por el contrario, se caracterizan por balancearse entre las ramas de entornos arbóreos y húmedos, particularmente en América Central. Por ello, los arqueólogos de la Universidad de California, Riverside, se sorprendieron al encontrar los restos de un ejemplar de la especie cerca del centro arqueológico de Teotihuacan.
Exhumados originalmente en 2018, los restos se encontraron junto a los huesos de otros animales. Entre ellos, un águila y varias serpientes de cascabel. Todos fueron sacrificados, según documenta Science News, cerca del área donde los gobernantes mayas pudieron haber residido en la Ciudad de los Dioses.
Aunque es cierto que ya se habían encontrado esqueletos de especies tropicales, como jaguares, no se tenía registro de primates específicamente. Hasta ahora. Se piensa que esta hembra de mono araña fue capturada a una temprana edad, y después vivió en cautiverio. Posiblemente, con los gobernantes teotihuacanos.
Los investigadores piensan que ésta era una manera de fortalecer los vínculos entre Teotihuacan y las ciudades más poderosas de la Península de Yucatán. Es posible que los mayas regalaran monos araña y otras especies tropicales intentando agradar a otros líderes, con quienes les interesaba establecer alianzas territoriales, comerciales o políticas.
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