Innumerables animales desfilaron por el Coliseo Romano como presas y verdugos en espectáculos despiadados. ¿Hubo tiburones entre ellos?
En el corazón del Imperio romano, la fascinación por las muestras de su poderío no conocía límites. Criaturas como rinocerontes, elefantes, hipopótamos y panteras, capturados en regiones remotas servían como prueba de su vasto dominio. Estos animales se convirtieron en protagonistas de sangrientos espectáculos, que deslumbraban al público del Coliseo Romano, en medio de cacerías y ejecuciones.
Te sugerimos: Gladiadores: La verdad sobre los combatientes de la antigua Roma
Las animales del gran Coliseo Romano
El Coliseo Romano, inaugurado en el año 80 d. C. bajo el nombre de Anfiteatro Flavio, se convirtió en un escenario emblemático para el Imperio. Durante los 100 días de su inauguración, se realizaron espectáculos que incluyeron la muerte de miles de animales y decenas de gladiadores, marcando un hito en la historia de la época, menciona el museo dedicado a este lugar. Según Dion Casio, más de 9,000 animales salvajes y adiestrados murieron en los primeros juegos y exhibiciones que se organizaron en este lugar.
Los espectáculos en el Coliseo incluían diversos eventos, desde las venationes hasta las espectaculares naumaquias. Las venationes, que abrían los eventos del día, consistían en cacerías de animales y bestias. Por la tarde, era el momento de la damnatio, la ejecución de condenados a muerte, donde animales feroces como leones, tigres y leopardos eran los protagonistas. La pelea entre gladiadores cerraba la jornada de combates que ha cautivado al mundo a lo largo de la historia.
Te sugerimos: La ciencia detrás del concreto romano: el secreto que hizo sus construcciones indestructibles
Los animales más extraordinarios
Estos eventos no solo servían como entretenimiento, sino también como una demostración del poder imperial al exhibir animales traídos desde los rincones más lejanos.
Para estas exhibiciones, los romanos capturaban animales de todas las regiones bajo su dominio. Jabalíes y lobos fueron algunos de los primeros en aparecer, pero, con la expansión del imperio, llegaron criaturas más exóticas como elefantes, rinocerontes e hipopótamos. Entre los animales utilizados también figuraban hienas, cebras, camellos, cocodrilos e incluso especies menos imponentes como cabras y ovejas.
Debajo de la arena del Coliseo Romano, complejos sistemas de pasillos y salas albergaban a gladiadores y animales, quienes esperaban su momento. Rampas y ascensores permitían llevar a las bestias directamente al centro de la arena, sorprendiendo al público. Esta tecnología, junto con la magnitud de los eventos, era una muestra más de la sofisticación y el espectáculo romano.
Te puede interesar: Calígula: el desquiciado emperador que gobernó Roma
El Coliseo era inundando para las naumaquias
Otro espectáculo popular fueron las naumaquias, combates navales que requerían inundar la arena con agua mediante un avanzado sistema de alcantarillado. Julio César había ideado esta práctica en el año 46 a. C., que en el Coliseo adquirió una dimensión espectacular. Aunque se especula sobre la presencia de tiburones en estas batallas acuáticas, no existen registros históricos que lo confirmen.
El emperador Cómodo, conocido por su crueldad y su obsesión con la caza, participó personalmente en estos espectáculos. Según Jerry Toner en El día que el emperador mató un rinoceronte, Cómodo abatió a uno de estos animales en el Coliseo Romano, causando asombro entre los espectadores.
Sigue leyendo:
Por qué tantas estatuas romanas perdieron la cabeza
Encuentran rastros de comida que dejó un espectador en el Coliseo Romano hace 1,900 años
Láseres reviven un antiguo circo romano en el norte de España
Atila el huno: el gobernante bárbaro que comprometió el poder del Imperio romano