El Adviento tiene un papel fundamental en la preparación para la festividad más grande e importante del mundo cristiano: la Navidad.
El Adviento es el preludio de la Navidad; un periodo de reflexión, esperanza y arrepentimiento, que los cristianos celebran durante las cuatro semanas previas al 25 de diciembre.
Esta época del año recibe su nombre de la palabra latina «adventus», que significa «venida». A partir del inicio del Adviento, comienza la cuenta regresiva para la Navidad, la festividad del cristianismo que celebra el nacimiento de Jesucristo.
Así como otras tradiciones que acompañan a la Navidad, el Adviento empezó con la consolidación de la Iglesia cristiana, en el siglo V d.C. Los historiadores apuntan al norte de Italia, cuando se les pregunta dónde surgieron las primeras celebraciones formales de este tiempo de preparación espiritual.
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Actualmente, el Adviento está considerado como la primera estación del año litúrgico, el ciclo anual de fiestas y lecturas bíblicas de la Iglesia. Asimismo, este periodo se celebra principalmente a lo largo de cuatro domingos consecutivos, comenzando con el más próximo al 30 de noviembre y terminando el 24 de diciembre.
De los cuatro domingos que se enmarcan dentro del Adviento, cada uno tiene sus propias oraciones y lecturas. Además, estas fechas están dedicadas a las virtudes cristianas, las cuales son:
- Amor
- Alegría
- Esperanza
- Paz
La corona, una tradición de origen pagano
La Corona de Adviento es uno de las tradiciones más simbólicas que vienen junto al periodo homónimo. Fuera de lo que se podría pensar, esta no apareció para honrar y contribuir al tiempo de preparación para la Navidad. Su origen está en la Europa pagana, lugar donde se prendían velas en el invierno con el fin de representar la energía del dios Sol. Conforme a la creencia, la deidad regresaría a brindar luz y calor a lo largo de la estación.
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Fue hasta el siglo XIX que la corona se adoptó para los propósitos del Adviento. En concreto, Johann Wichern, pastor luterano alemán, fue quien introdujo la tradición en el mundo cristiano, al ofrecer este recurso, a sus feligreses, para iluminar el camino hacia la Navidad.
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